Francia recibe barco con 230 migrantes luego de que Italia rechazara su entrada

Un barco operado por organizaciones benéficas que transportaba a cientos de migrantes solicitantes de asilo que fueron rescatados en el mar en el Mediterráneo central atracó en el puerto militar francés de Toulon después de casi tres semanas atascado en alta mar, durante las cuales el gobierno de extrema derecha de Italia no pudo darle un puerto seguro.

El gobierno francés acordó el jueves recibir el barco, calificándolo como un movimiento «excepcional» y prometiendo tomar represalias contra Italia por no respetar el derecho internacional para dar puerto al barco en aguas italianas.

En una disputa cada vez más profunda sobre la migración, París dijo que Roma fue irresponsable e inhumana al no acudir en ayuda del barco.

El Ocean Viking, operado por la ONG europea SOS Méditerranée, recogió a los migrantes en el mar cerca de la costa libia antes de pasar semanas buscando un puerto para aceptarlos.

El viernes por la mañana, los 230 pasajeros del barco, incluidos 57 niños, llegaron al puerto mediterráneo francés de Toulon, después de haber enfrentado condiciones de deterioro a bordo. Cuatro pasajeros que enfrentaban graves problemas de salud habían sido transportados previamente desde el barco en helicóptero el jueves y trasladados a un hospital francés.

Se esperaba que los pasajeros del barco recibieran asistencia médica y fueran entrevistados en un centro administrativo en el puerto naval de Toulon. Aquellos elegibles para presentar solicitudes de asilo podrían luego ser trasladados a otros países europeos, nueve de los cuales, incluidos Alemania, Luxemburgo, Bulgaria y Portugal, se han ofrecido a recibir un total de dos tercios de los pasajeros en «solidaridad». Aquellos que Francia decidió que no eran elegibles para presentar una solicitud de asilo serían devueltos a sus países de origen, dijo el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin.

Francia nunca antes había permitido que un barco de rescate que transportaba inmigrantes aterrizara en su costa, pero dijo que esta vez lo hizo porque Italia había negado el acceso.

Darmanin dijo que los solicitantes de asilo eran responsabilidad de Italia según las reglas de la UE, y que la medida francesa de permitir que el barco atracara era una medida excepcional tomada por razones humanitarias debido a la grave situación de las muchas personas enfermas a bordo. Dijo que se salvaron en el mar cuando habían estado “a unas pocas horas de la muerte”.

Darmanin dijo que el presidente francés, Emmanuel Macron, había tratado durante días de convencer a las autoridades italianas de aceptar el derecho internacional de que un barco en peligro podía ir al puerto más cercano.

Cuando se le preguntó sobre el comentario de la líder de extrema derecha francesa, Marine Le Pen, de que Francia estaba siendo «dramáticamente» suave con la inmigración al permitir que el barco atracara, Darmanin dijo: «¿Qué quiere Marine Le Pen? ¿Dejar morir niños en ese barco a pocos metros de nuestros puertos?

Dijo que la negativa de Italia a aceptar a los inmigrantes era incomprensible y que habría «graves consecuencias» para las relaciones bilaterales de Italia con Francia y con la UE en su conjunto. Dijo que las autoridades italianas no habían sido profesionales al permitir que el barco esperara en el mar durante 20 días sin decidir si podía atracar.

El enfrentamiento por el barco marca una ruptura en las relaciones de París con la nueva primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, líder de Hermanos de Italia, un partido con raíces neofascistas.

Meloni respondió a Francia el viernes y dijo en una conferencia de prensa que estaba «sorprendida por la reacción agresiva del gobierno francés, que desde mi punto de vista es incomprensible e injustificada».

Como consecuencia de la disputa, Francia ya ha decidido congelar un plan para acoger a 3.500 solicitantes de asilo que se encuentran actualmente en Italia, como parte de un acuerdo europeo de reparto de cargas.

Fuente: The Guardian