Nuevas pruebas revelaron que el virus de la rabia afectaría células nerviosas del cerebro

Una prueba realizada en ratones certificó que las células nerviosas llamadas astrocitos, son muy importantes para el equilibrio homeostático de las neuronas y son blanco de ataques por parte de la enfermedad analizada por epidemiólogos desde varios siglos.

La doctora magíster en Neurociencias de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), Andrea del Pilar Hurtado, informó que el hecho de experimentar con ratones permitió observar no solo los cambios que se producían a nivel celular cuando fueron infectados con el virus, sino también su comportamiento al experimentar los síntomas finales, como pérdida de peso y baja temperatura corporal.

A los ratones de 28 días de edad que fueron inoculados intramuscular e intracerebralmente con el virus, después de anestesiarlos para garantizar el mínimo sufrimiento, se les extrajo el tejido cerebral para analizar cómo se comportaban tres proteínas presentes en los astrocitos frente al ataque.

Además se observó un crecimiento del tamaño celular de los astrocitos de los ratones enfermos. De igual forma, los cerebros infectados con este virus reactivaron la expresión de la proteína Vimentina, un indicador de neurodesarrollo, efecto que fue más evidente en la corteza cerebral y en el hipocampo.

Enfermedad prevenible pero sin cura

Esta afección aguda que daña al sistema nervioso y que se transmite de un animal a otro por mordedura, es letal. Todos los animales de sangre caliente pueden adquirir la enfermedad, pero su gravedad varía según la especie, edad, localización de la mordedura y las características de la cepa viral.

Pese a que se han implementado mecanismo preventivos y con un tratamiento a tiempo se previene, este cuadro viral sigue cobrando vidas en muchos países y en todos los continentes, menos en la Antártida, y en más de 106 países. Las estadísticas reflejan que aproximadamente 59 mil personas mueren al año por rabia, y más del 95% de estas muertes se registran en África y Asia.

En la actualidad, la ciencia continúa trabajando realizando varios estudios con el fin de encontrar una terapia o medicación para tratar este tipo de enfermedades.