Kumbia Queers, ¿cuál es la diferencia?

Después de tanta banda tocando cumbias, considerando a aquellos combos y sonoras de antaño, o a los que lo abordaron haqce cerca de diez años, y también a quienes se han acercado a este ritmo en los últimos dos, que otra banda, en eswte caso Kumbia Queers se presente en un escenario local tocando su acercameinto a la cumbia, es porque debe algo distinto. Sino resultarían ser -en este caso- otras exponentes más.

Entonces dónde radica la diferencia. ¿En qué son mujeres? Eso resulta cuestionable. ¿En su sonido heredero del punk rock? Por ahí la cosa se empieza a encaminar. ¿En su parada de “nada de esto me interesa realmente”? También. Y para estos dos últimos aspectos su presentación en el Bar El Clan sirven como antecedente. Sin considerar los problemas en los primeros temas con el sonido de los instrumentos y en que muchos de los allí presentes no estuvieran enterados de lo que estaba pasando. Pero como a ellas esto no parecía importarles la cosa fluía, y lo hacía con una postura de frialdad de ellas y con una efervescencia que subía desde un peldaño más abajo que ellas. Así van dejando caer sus temas, entre comentarios que no tienen mucha respuesta, quizás salvo de algunos que ya superaronm su cuota etílica antes de entrar y de Alvaro España que se mueve cerca del escenario. Así también se van notan sus influencias, y así también la parada entre distante y festiva va generando un juego de atracción y rechazo que es muy bien jugado.

En toda esa lógica las cosas logran conjugarse bien, o más que conjugarse bien, se van enredando, ya que los estímulos o distractivos son muchos. Por ejemplo lograr escuchar con claridad el sonido del charango, sin dejar de escuchar las letras que son una provocación, tal como lo es su vestuario o el juego que hacen con temas clásicos del rock y del pop. O ver donde están puesta la mirada de la tecladista que parece flotar a mil kilómetros de distancia mientras su instrumento arroja los sonidos justos y precisos para que esas “cumbias” suenen rascas y cadenciosas, a la vez. Por todo eso y más, el total parece ser un resultado pleno, el enjambre de sensaciones, frases, estéticas y sonidos se contruye como un bloque, como una unidad que se muestra monolítica, impenetrable y a la vez cercana, festiva y marcada por la ironía, lo bizarro y la provocación.

Kumbia Queers sabe hacer su juego de límites, de traspasarlos en uno y otro sentido, sabe ir hacia la vulgaridad de cada uno, desde una fría mirada y un ritmo caliente, y hace una música que invita al baile, desde la guitarra, el bajo, la bateria, el teclado, el guiro y el charango, que se componen para dar ese sonido y otros que se mezclan en una unidad simple y muy lograda.

¿Cuándo y dónde fue?
1 de septiembre
23:30 horas
Bar El Clan
Bombero Nuñez 363
3.000 pesos

Texto: Jordi Berenguer
Fotos: Evelyn Cazenave
Onda Corta
El Ciudadano