Larrea Trip: Esa vez que Lucifer nació en el Valle de la Mocha

‘Jazz Satánico’ (2019)

Por Carlos Montes

22/06/2019

Publicado en

Artes / Disco / Música

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‘Jazz Satánico’ (2019). Sello La Sangre

Sorprende la iglesia en una crisis profunda frente a tanta evidencia de abuso y horror; sorprende una juventud poderosa, atractiva para el mercado, poniendo sobre la mesa sus necesidades y hábitos genuinos como modelos de conducta social; sorprende la manera de ligar con alguien, de escuchar música, de ver películas, de convivir con el resto.

Sorprende cómo los idearios que heredamos empiezan a fracturarse, a ponerse en una reveladora tensión cuestionando la comodidad histórica que los mantuvo por años convenciéndonos de su naturaleza irrefutable e indiscutible. Los roles de género, la manera de vivir la sexualidad, las formas de constituir una familia, son asuntos que componen nuestra historia humana y que en este tiempo que habitamos, se sacuden el polvo de la tradición y se abren a la lógica de la duda que nace después de años de agotadora obediencia.

Uno de esos fabulosos desarmes es ese que sospecha de la fe monolítica que nos fue legada en envases como la culpa, la tiranía de la moral y en especial, en el temor a las preguntas que aparecen ante dios y su omnipresencia. Masturbarse hace mal, no está bien el placer, nacimos para tener hijos, el sacrificio es el verdadero camino, no se debe interrumpir el milagro de la vida, un container repleto de torpes procedimientos a seguir con tal de perpetuar un orden que jamás contempló la belleza del ser humanos con nuestras fragilidades, con nuestras diferencias.

Satán es la cumbia (y el jazz)

Los chiquillos de Anarkía Tropikal no pudieron decirlo de mejor manera el 2006: Satán es la cumbia. Como un manifiesto, conjugaron sin una gota de culpa dos conceptos que abrazan la diversión, la resistencia y la libertad. Y este 2019, desde Concepción Larrea Trip continuó con esta energía titulando a su primer disco, ‘Jazz Satánico’.

Sebastián Larrea en guitarra y composición, Gonzalo Rojas en bajo y Víctor Henríquez en batería (en la grabación del disco, porque actualmente ocupa ese puesto Jorge Arriagada), son los músicos responsables de que este proyecto crezca inquieto y seguro -no por nada son el grupo que más toca en el circuito penquista actualmente- y que sigue abriéndose camino con el lanzamiento de este disco bajo el alero del recién estrenado sello local La Sangre -uno de los deltas del proyecto cultural que lidera el histórico productor, gestor y músico, Germán Estrada-.

Es jazz, es rock, es post rock, es math rock, es noise, es progresivo, es sicodelia, es electrónica, ‘Jazz Satánico’ se erige como un trabajo que transcurre distante a algún bastidor y se rinde a la idea de que la música es una experiencia para los sentidos, por eso en la canción que abre el disco “El amanecer de la galaxia”, los primeros dos minutos son la suma de siniestras capas sonoras conducidas por el dibujo de Larrea y su guitarra mientras el pulso arrastrado, pesado como el doom, lo marca rotundo Rojas hasta el momento en que todo se vuelve vertiginoso, urgente -como aquellas viejas postales de Ozric Tentacles o incluso King Crimson coronando “Starless”-.  

Satanás, Lucifer, funcionan como perfectos arquetipos que engloban la propuesta musical y conceptual de este álbum. Así como obró este ángel díscolo según la historia judeo cristiana, del mismo modo Larrea Trip propone también su constructo creativo: hermoso en cuanto al trabajo interpretativo de cada músico y su instrumento; abierto al conocimiento cada vez que hermana en una canción o entre canciones distintos géneros -como el pastiche que queda entre el math rock y el jazz de “Baile y Conquista” o la vacilona “Africonce” en medio de ese puñado de distorsión y densidad-; en permanente desobediencia como cuando desafía al formato canción con los 14 minutos de Las Vegas y finalmente, sacrílego y disidente al concluir el disco con el tema llamado “Iglesia Lisérgica”.

Por el desarrollo libre del espíritu


Hay algo que Concepción tiene en su ADN y que la hace una ciudad intrigante, compleja de cachar tras una primera lectura. A veces más parecida a ese fabuloso punto que resistió a los conquistadores, otras veces más cercana a la engañosa comodidad que brindan motes como ser “la cuna del rock chileno”, Conce de un tiempo a esta parte empezó a dejar de hacerle caso a lo que se dice sobre ella y se hizo cargo de brillar con puros hechos. Una escena musical envidiable con bandas y locales en permanente actividad, abundantes compañías de teatro con montajes que dan tiro y cancha a proyectos inflados de la capital, revistas y publicaciones que son vanguardia a nivel nacional y suma y sigue.

‘Jazz Satánico’ es un disco soberbio, patudo, insolente y claramente libre, tal como entendemos al personaje histórico que lo titula. Y quién sabe si es casualidad o no que justo en el año en que la energía díscola de Larrea Trip consigue editar su primer álbum, la señera Universidad de Concepción cumpla 100 años de historia, de orgullosa historia rebelde, humanista y libertaria.

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