Emociones Clandestinas en Matucana 100: Canciones de revolución

Los “tiempos mejores” y su palabra de moda: emprendimiento

Por Carlos Montes

24/08/2018

Publicado en

Concierto / Música

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Foto: Facebook Emociones Clandestinas

Los “tiempos mejores” y su palabra de moda: emprendimiento. Es tan insufrible como engañosa, en ella descansa el ideario que rige hace tiempo nuestra sociedad, nuestras economías, nuestros colegios y todas nuestras pequeñas experiencias ciudadanas. El capitalismo con todos sus brazos, lleva rato naturalizando la idea de que el secreto para conseguir el éxito o una atención médica sin esperas, es a través del sacrificio. Nos han hecho creer que emprender algo en tiempos de tanta injusticia, es la manera de desmarcarse del resto y lograr un pasar más digno; últimamente han teñido la valentía que significa empezar cualquier proyecto con los vicios de la competitividad sangrienta; porfían en convencernos de que vivir el ocio no es un derecho y la respuesta está en que nos saquemos la chucha para pagar y poder hacerlo.

A pesar de esto, hay un elemento que es parte de este triste concepto y que desde su naturaleza más primaria vale la pena rescatar: la perseverancia, la decisión de hacerle caso a ese llamado íntimo que nunca cesa, que viene con nosotros de fábrica.

“Renovarse o morir”

La noche del sábado 11 de agosto, en la sala Patricio Bunster de Matucana 100, Emociones Clandestinas ofreció un concierto cuya excusa era celebrar los 30 + 1 años de su primer y único disco, Abajo en la costanera, álbum fundamental dentro de la historia de nuestra música popular.

La sala llena con un público lejano a posibles categorizaciones, partiendo por un niño de unos 7 años -al que Yogui Alvarado dedicó esa presentación al iniciar el show- y pasando naturalmente por entre moicas, barbas canas, espinillas teenagers y distintas orientaciones sexuales. Esa noche éramos caleta, cada quien expresión de su propio mundito, pero tod@s hermanad@s por ser testigos de esta mansa celebración.  

Walter Contreras, corazón del entrañable proyecto literario-radial “La Carpa del Diablo”, ofició como el anfitrión que recibe a l@s asistentes. Una vieja historia de cabro -como esas historias iniciáticas que todas y todos tenemos- en donde es el asombro la clandestina emoción que gatilla tanto de lo que somos ahora de grandes, abrió la fiesta en Estación Central. Tremendo.

Lo que empieza a pasar desde ese minuto es verdad pura, música por sobre el tiempo. Actualmente, los Emociones son Joaquín Cárcamo en batería, Sebastián Larrea en guitarra, Diego Alvarado en bajo y un incombustible Yogui Alvarado que, a veces con guitarra y siempre con su voz y corporalidad, lidera la experiencia que propone este señero proyecto musical.

El trazado de las 14 canciones de esta tocata resultó perfecto, en donde el orden de los temas más la colaboración de los músicos invitados en algunos de ellos, configuraron un relato que jamás dejó de ir en ascenso, siempre pa arriba.

“Soy porfiao y seguiré con el rock and roll” sostiene clarito Yogui en el documental Mi Nuevo Estilo de Baile (2012) de Pablo Berthelon y no era necesario que Alvarado enunciara esto para saber que desde hace más de treinta años vibra en su música aquella declaración de principios. Bastó ver cómo ese sábado se sucedían canciones gigantes como “Anímate”, “Tiempos Modernos” con un prendido Martín Erazo, “Radio Clandestina”, “Una extraña sensación” -tremendo tema nuevonotannuevo estrenado el 2014- y cerrando la noche “Un nuevo baile” y “Cajitas rectangulares” con la participación de Álvaro España que puro incendiaba ese pogo lleno de rabia y gratitud.

“¡… Quiero vivir, es mi derecho y lo voy a exigir!”

Subo este comentario con días de retraso y a pocas horas de la nueva presentación de Emociones en el Club Chocolate junto a La Patogallina Saunmachín y lo cierto es que poco importa mi torpeza o falta de rigor, porque pueden pasar caleta de años y de excusas para que Emociones Clandestinas ofrezca una nueva tocata o una nueva canción, pero lo que al final siempre sigue en pie, es esa clara postal en donde el Yogui a punta de música, de carne y de voz defiende aquel pequeño lugar por el que vale la pena seguir hueveando día a día, ese que siempre le hace caso a lo que de verdad queremos ser.

https://www.youtube.com/watch?v=4gIXxk-4MrA

Carlos Montes Arévalo

@montes.arevalo

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