Comentario de Videoclip

Playa Gótica. «Fuego»: Sin culpas

Hay algo en Playa Gótica que los hace tremendamente recordables, queribles

Por Carlos Montes

30/10/2016

Publicado en

Artes / Música

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Hay algo en Playa Gótica que los hace tremendamente recordables, queribles. Varias podrían ser la razones de porqué este grupo termina haciéndonos mover alguna extremidad o regalándonos una excusa para hacer un salud: tal vez sea la figura de Fanny, una mujer con espíritu adolescente que baila tan fresca y que frasea coquetamente los versos de las canciones o la desprejuiciada cruza que desarrollan Fariña, Pipa y Loader, armando un exquisito pop que se baila entre distorsiones y delays. En fin. El punto es que la suma de todas estas lúcidas partes convierten a Playa Gótica en un proyecto necesario de tener en nuestras listas de canciones.

La gracia está en los opuestos

Con el video de Fuego, dirigido por el talentoso Bernardo Quesney, este grupo viene a sumar un sólido paso en su trabajo artístico, porque si te gustó el pastiche estético que significaba ese dormitorio en donde se desarrolla el video de Reptil, no gentil, con este último video se cristalizan los afanes artísticos de Playa Gótica.

Un oxímoron es una figura retórica que consiste en hacer convivir dos conceptos cuyos significados se oponen, se contradicen. Y así es como esta banda ha procurado delinear su imaginario estético, porque hay una rica apuesta en armonizar la sensación que provoca un concepto como playa con la oscuridad y densidad que contiene la idea de lo gótico. Y es justamente eso mismo lo que ocurre al ver el trabajo audiovisual de Fuego: un grupo de chiquillos en medio de un campo, jugueteando pendejamente entre amplificadores, cables y vacas y registrando esta salida de la ciudad con una videocámara Sony, como si nos invitaran a ser testigos de un liberador paseo entre amigos.

La experiencia que encierra Fuego es precisamente la de hacer convivir opuestos, cruzar escenarios campestres con el erotismo de versos como “Sueño con tus movimientos / y yo siento fuego en mi cuerpo”, mientras el pop eléctrico –y abundante en efectos- transcurre como banda sonora. Fuego es una muestra precisa de la apuesta musical que desarrolla Playa Gótica, entendida como esa preciada libertad de querer que mundos que habitan distantes uno del otro sean capaces de cohabitarse y convertirse en algo distinto, incluso mejor.

Ya para el cierre de la canción, Quesney decide mostrarnos las imágenes que quedaron registradas en esa cámara casera mientras la óptica oficial mostraba la salida al campo de esta chiquilla con sus amigos y ahí probablemente esté la verdadera razón de porqué Playa Gótica resulta un grupo tan querible. El desprejuicio, la linda posibilidad de habitar cualquier espacio, cualquier formato, sin culpas.

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