Astrónomos observan dos agujeros negros supermasivos orbitándose entre sí

Los dos agujeros negros supermasivos tienen una masa combinada equivalente a 15 billones de veces la de nuestro Sol. Están a 23 años luz de distancia y orbitan entre sí cada 24.000 años. Al equipo le tomó 12 años comenzar a mapear su órbita.

Un equipo de astrónomos ha utilizado ondas de radio para observar dos agujeros negros supermasivos que orbitaban uno alrededor del otro. Este descubrimiento, combinado con las observaciones de las ondas gravitacionales de LIGO, están abriendo una nueva vía en los estudios sobre agujeros negros.

El equipo utilizó el telescopio Very Long Baseline Array (VLBA) para estudiar la galaxia 0402+379, que está a 750 millones de años luz de la Tierra. Decidieron observarla porque se sospechaba que tenía dos agujeros negros supermasivos. El equipo ha estado observando estos dos objetos desde 2003 y, ahora, finalmente pudo confirmar por primera vez que ellos están orbitando entre sí. El descubrimiento se publicó en la revista científica Astrophysical Journal.

«Durante mucho tiempo, hemos estado buscando en el espacio para tratar de encontrar un par de estos agujeros negros supermasivos orbitando como resultado de la fusión de dos galaxias», dijo el profesor Greg Taylor, de la Universidad de Nuevo México, en un comunicado, citado en IFLScience. «Aunque hemos teorizado que esto debería estar sucediendo, nadie lo había visto hasta ahora.»

Los dos agujeros negros supermasivos tienen una masa combinada equivalente a 15 billones de veces la de nuestro Sol. Son enormes, ​​incluso en comparación con el agujero negro supermasivo que está al centro de la Vía Láctea (4 millones de veces la masa del Sol). Estos agujeros negros están a 23 años luz de distancia y orbitan entre sí cada 24.000 años. No es raro que el equipo haya demorado 12 años para comenzar a mapear su órbita.

«Si imaginamos un caracol en un recién descubierto planeta Tierra, orbitando Proxima Centauri –4.243 años luz de distancia– y moviéndose a 1 centímetro por segundo, así es el movimiento angular que estamos resolviendo aquí», explicó el profesor Roger W. Romani, de la Universidad de Stanford.

«Hemos estado recolectando datos sobre este objeto desde 2003 y hemos podido resolver este ínfimo movimiento», dijo a IFLScience la conductora principal del estudio, Karishma Bansal, también de la misma universidad.

Los agujeros negros supermasivos desempeñan un papel clave en la evolución de las galaxias y estudios como este son de gran ayuda para comprender lo que pasa en los rincones más oscuros del universo. El equipo seguirá estudiando el sistema durante los próximos cinco años.

El Ciudadano

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones