Encuentran una cola emplumada de dinosaurio en un trozo de ámbar de 100 millones de años

El trozo de ámbar (resina de árbol petrificada) de 3,6 centímetros fue descubierto en un mercado de Myitkyina, en Birmania, donde era ofrecido a la venta como objeto de joyería. Aunque fuera tan antiguo, los científicos lograron identificar una pluma que incluso mantuvo signos de su color original y restos de sangre.

trozo de ámbar encontrado por científico chino en Myitkyina imagen Reuters

Trozo de ámbar con fósil de cola de dinosaurio encontrado por un científico chino en Myitkyina, Birmania. Imagen de Reuters


Investigadores descubrieron un trozo de cola emplumada de dinosaurio incrustada en una pieza de ámbar y perfectamente preservada por casi 100 millones de años.

Aunque haya pasado una enorme cantidad de tiempo, los científicos lograron identificar una pluma que incluso mantuvo signos de su color original y restos de sangre. Se cree que la cola perteneció a un ejemplar joven de una pequeña especie, pariente del Tyrannosaurus rex, que vivió en Asia hace 99 millones de años.

El trozo de ámbar (resina de árbol petrificada) de 3,6 centímetros fue descubierto el año pasado en un mercado de Myitkyina, en Birmania, donde era ofrecido a la venta como objeto de joyería.

Aunque al principio el fósil atrapado en la roca se confundió con una muestra de material vegetal, al identificar su verdadera naturaleza, los investigadores lo describieron como «impresionante». Los exámenes realizados con microscopio y escáner de rayos X (tomografía computarizada) confirmaron que la cola venía efectivamente de un dinosaurio no volador y no de alguna especie de ave prehistórica, como se pensó en un minuto.

ejemplar joven de especie pariente de Tyrannosaurus rex

Ilustración de un ejemplar joven de la pequeña especie pariente de Tyrannosaurus rex, a la que pertenecía el trozo de cola emplumada. (PA)


El profesor Mike Benton, de la Escuela de Ciencias de la Tierra en la Universidad de Bristol, Reino Unido, dijo que «es impresionante ver todos los detalles de la cola de un dinosaurio –los huesos, la carne, la piel y las plumas– e imaginar cómo a este pequeño amigo se le quedó atrapada la cola en la resina –muriendo presumiblemente porque no pudo zafarse de ella».

El espécimen encontrado consiste en ocho vértebras, pero se cree que es el fragmento de una cola completa que pudo haber sido tres veces más larga. Observando la estructura de los huesos, los autores pudieron verificar que no se trataba de un ave, Luego, el análisis químico mostró que la capa más fina de tejido alrededor de los huesos había retenido rastros de hierro ferroso, un residuo de la sangre del animal.

El dinosaurio era de la gran familia de los terópodos, compuesta en su mayoría por dinosaurios carnívoros de dos piernas, a la que también pertenecía el Tyrannosaurus rex.

El equipo de investigadores que trabajó en colaboración con colegas de China y Canadá y publicó sus hallazgos en la revista Current Biology, concluyen que «la cola del terópodo reportado aquí es un fósil impresionante que destaca el potencial único de preservación que tiene el ámbar».

Fuente, The Independent

El Ciudadano

 

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