Chile se nubló ante Bolivia pero ganó con un doblete de Vidal y un penal en el último minuto

Eran 41 años sin caer ante Bolivia por Copa América. Y con esa estadística tan favorable, La Roja salía a eliminar los fantasmas futbolísticos acumulados con las derrotas consecutivas ante Jamaica, México y Argentina, este último encuentro en el inicio de la Copa Centenario.

Con Pedro Pablo Hernández, Mauricio Pinilla y Fabián Orellana en lugar de Eugenio Mena -lesionado-, Eduardo Vargas y Marcelo Díaz, Juan Antonio Pizzi intentaba sorprender en Boston a una Bolivia más que conservadora, con un 5-4-1 en cancha y dispuestos a buscar el partido a partir del contragolpe.

Así, con tantos hombres en la última línea altiplánica -abusando del juego rudo y las faltas sobre Alexis Sánchez que se echaba atrás para romper el cerco boliviano-, Chile dominaba aunque a medida que avanzó el reloj, el equipo de Julio César Baldivieso se acomodaba en la cancha.

Y fue un partido de pocas llegadas hasta que el «Tucumano» Hernández sacó un remate de distancia a los ’35. Poco para un equipo que no podía solucionar el puzzle defensivo del rival. Pero a los ’39, cuando Isla se atrevió a meter un centro, Lampe falla y entre Vidal y Sánchez hicieron temblar la estantería de Bolivia. Zenteno salvó en la línea, cuando era el uno a cero en la única en que falló la táctica defensiva verde. Poco para un campeón de América por conservador que sea el esquema del contrincante.

Sin cambios en los dos equipos, Bolivia no tuvo tiempo de rearmarse al inicio de la segunda parte porque apareció «el distinto». Arturo Vidal, quien marcó su gol 16 por la selección tras una jugada precisa donde roba un balón, encontró a los bolivianos saliendo y tras combinar con Pinilla, el volante de Bayern Münich calmó la ansiedad chilena con un remate potente y ajustado.

Parecía que La Roja alcanzaba el objetivo y retomaba el control del partido pero una falta a 25 metros del arco propició un tiro libre que Campos, recién ingresado en la escuadra altiplánica mandó al ángulo con un remate formidable. Uno a uno cuando nadie lo esperaba.

Y volvió el libreto del primer tiempo. Chile tratando de romper una línea de poblada gente boliviana en los últimos veinte metros de su campo y ante tal cierre, el equipo de Pizzi equivocaba el camino. Sólo un tiro libre de Sánchez ahogó el grito de gol cuando se cantaba el segundo.

Con Bolivia haciendo tiempo en cada ocasión que tuvo y un equipo chileno desdibujado, sin ideas y apelando a los alardes individuales, el partido se iba con un empate que dejaba con más opciones de clasificar si logra vencer a Panamá.

Pero en el último arrebato de Alexis Sánchez, una mano dudosa provocó el cobro de un penal que Vidal mandó al fondo del arco cuando era vital ganar. Chile sigue con opciones de entrar a segunda fase con tres puntos, algo que por fútbol mostrado en el torneo, hasta ahora resulta una absoluta incógnita. Una deuda más que pendiente…