Jamie Vardy y su lucha por ganarse un lugar en el fútbol

El trabajador de una fábrica que se convirtió en goleador de la Premier League

Estuvo con pulsera electrónica tras un juicio en su contra por una pelea callejera. Se superó y hoy es la estrella del Leicester en Inglaterra.

Por Alex Ripne

25/01/2016

Publicado en

Deportes

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2D80A26100000578-3277156-Jamie_Vardy_celebrates_his_90th_minute_equaliser_as_he_inspired_-a-30_1445102822981Leicester es el equipo sensación de la actual competencia de Premier en Inglaterra, peleándole el título a los rivales más importantes y que mayor inversión hicieron a principio de temporada.

Y allí hay un ejemplo de vida, el de Jamie Vardy. Con 16 goles en 23 partidos y superando el récord del holandés Ruud van Nistelrooy, marcando en 11 encuentros de manera consecutiva, el delantero de 29 años llegó a la primera división como un desconocido y ya alcanzó la selección.

El punta rápido y dueño de un potente remate fue descartado por el equipo de su ciudad, el Sheffield Wednesday, con apenas 16 por su corta estatura y en lugar de darse por vencido decidió seguir probando suerte en otras instituciones.

Su historia es destacable. En 2007, encontró lugar en el Stocksbridge Park Steels, donde ganaba 30 libras semanales (alrededor de 43 dólares), y para conseguir un sueldo digno, tuvo que buscar trabajo en una fábrica de prótesis de fibra de carbono. Años más tarde, una pelea en un bar en defensa de un amigo con problemas auditivos complicó todavía más su futuro en el fútbol y en juez de la causa lo obligó a utilizar una pulsera electrónica y a estar cada día en su domicilio antes de las 18:30.

Pero gracias a su capacidad goleadora el Stocksbridge logró ascender y él, tres temporadas después de su llegada, se ganó a los 23 años un traspaso al Halifax Town, equipo de la séptima división, que desembolsó cerca de 20 mil euros (21,5 mil dólares) por sus servicios.

Un año después, tras una buena campaña en la que anotó 30 goles, el Fleetwood Town, de la quinta categoría, se fijó en Vardy y allí consiguió el título, el ascenso y 31 tantos en 36 jornadas, que le valieron el traspaso a su club actual. En aquel momento, Leicester City jugaba en la Championship, segunda división inglesa, y pagó un millón de libras (cerca 1,5 millones dólares) por él, convirtiéndose en el futbolista aficionado más caro del país.

A pesar de la fe que la institución depositó en él, su comienzo no fue nada auspiciosos y en su primera temporadasolo logró anotar cuatro tantos. La confianza del entrenador, Nigel Pearson, hacia él se mantuvo intacta y Vardy guió a su equipo a la Premier League en su segundo año, con 16 gritos en 37 jornadas.

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