El Bild añade que “tres miembros ejecutivos de la Fifa con derecho a voto acudieron a una fiesta en Río en un avión privado de la federación catarí de fútbol antes de la votación para la atribución de la competición”. El mayor centro deportivo del mundo, Aspire Academy, una organización catarí, “también estuvo implicado de forma decisiva en la compra de miembros de la Fifa con derecho a voto”, añade el periódico.
La atribución de la organización del Mundial-2022 a Qatar, decidida a finales de 2010, levantó desde el primer momento sospechas por corrupción. El jurista Michael García lideró una investigación interna, pero aunque la cámara de Juicio de la Comisión de Ética de la Fifa notó comportamientos sospechosos no puso en duda la decisión.