Sampaoli escribió su propia autobiografía y salen a la luz algunos tópicos: “A Messi le ponen un revólver en la cabeza que se llama Mundial”

De que le gusta trascender, o intentarlo, le gusta

Por Alex Ripne

27/03/2018

Publicado en

Deportes

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De que le gusta trascender, o intentarlo, le gusta.

Jorge Sampaoli, lanzará su autobiografía bautizada como Mis latidos, en el que en uno de sus pasajes que se ya se reveló habla de que “este tipo de fútbol daña hasta a Messi”. “Le ponen un revólver en la cabeza que se llama Copa del Mundo y si no la gana, le salta el disparo y lo mata. Es una locura que no pueda disfrutar de su talento”.

«Si no lo gana, le salta el disparo y lo mata. Es una locura que no pueda disfrutar de su talento”, escribe.

En el libro, el casildense explica cómo se siente por poder dirigir “al mejor jugador de la historia”. “Es todo un tema. Está por encima de las variables normales. Un tipo que se mantuvo diez años como el mejor del mundo te modifica la forma de entrenar. Es difícil asumir ese rol cuando él sabe que es mejor que tú, que ejecuta como nadie. Es una responsabilidad, pero en definitiva es un disfrute”.

Sampaoli asegura que el mejor socio sobre el campo siempre dependerá de la elección de Messi. “Lo va a determinar él, porque juega siempre. El socio de otro puede ser cualquiera; como él juega, su estilo va a determinar qué es lo que más necesita. No es que lo va a decidir porque dice quiero a tal o cual, esa es la labor del entrenador, ver cuál es el que mejor se comunica con él en diferentes momentos”.

Era tan importante la figura del astro en el equipo que incluso lo utilizó como motor en el último partido de la clasificatoria, cuando entró a Rusia 2018 gracias a una actuación histórica de «La Pulga» y donde la charla previa al partido se basó en eso. «Hicimos hincapié en que el fútbol le debía un Mundial a Messi y que la mochila se la teníamos que sacar nosotros”, trascendió del escrito del entrenador.

Sampaoli explicó la responsabilidad que conlleva ser el DT de Argentina. «Si yo no clasificaba con Argentina al Mundial, ¿cómo lo hacía para ir a Casilda? Es duro. Es demasiada responsabilidad y la siento. Lo veo en mi familia, es muy fuerte. Se siente el ambiente. Vienen de a 200 personas a saludarme en un ratito», concluyó.

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