Se cumplen 40 años del primer «pícotón»

Hace 40 años, el 20 de junio de 1976, el checoslovaco Antonin Panenka inscribió su nombre en el diccionario del fútbol al marcar su célebre penal, con un disparo suave, elevado y al centro, en la final de la Eurocopa en Belgrado, en la tanda decisiva por el título ante la República Federal Alemana.

En esta historia se mezcla filosofía, tabletas de chocolate astrología, descaro… Llamado el ‘poeta del gol’, Panenka, de 67 años, recuerda para la AFP aquel momento por el que pasó a la historia.

El protagonista cuenta cómo nació esta forma de ejecutar los penales. “Faltaba aproximadamente un año para la Eurocopa Yugoslavia 1976, yo me entrenaba regularmente a lanzar penales en el Bohemians de Praga, con el portero Zdenek Hruska. Apostábamos dinero o una barra de chocolate. A menudo, él lograba detener mis disparos, lanzándose a la derecha o a la izquierda”, arrancó.

“La idea de un tiro suave al medio de la portería me vino a la cabeza una noche, en la cama: ‘Si disparo fuerte al centro, el portero que se tira hacia un costado aún podrá detener el tiro con una mano o un pie. Por ello finté antes de lanzar suavemente y Zdenek no tuvo ninguna oportunidad (de pararlo). El único problema es que engordé bastante… ¡de tanto comer chocolate!”, añadió.

Llega la tanda de penales tras el empate 2-2 en la final disputada en Belgrado. Los checos marcan los cuatro primeros. Los alemanes, campeones del mundo y continentales en ejercicio, no fallan hasta el cuarto, lanzado por Uli Hoeness. Los ojos se clavan Panenka. Si marca, la gloria, recordó el diario español Marca.

“Muchos de mis goles o de mis asistencias se han olvidado. Por otro lado, este penal ha entrado en la historia, es mi momento de gloria. Pero mi misión aquí, en este mundo, siempre ha sido ante todo divertir a la gente a través del fútbol y eso fue lo que siempre traté de hacer”, mencionó Panenka, quien en ningún momento dudó ejecutar el penal de esa forma.

“Lo tenía decidido desde hacía dos meses. Todo el mundo lo sabía y nadie intentó convencerme. Incluso los entrenadores nos dijeron que lanzáramos el penal como cada uno quisiéramos. Sólo nuestro portero Ivo Viktor era pesimista”. La jugada salió a la perfección y Checoslovaquia, con ocho eslovacos y tres checos, se consagró campeona de Europa.

En estos 40 años desde aquella ejecución varios jugadores en el mundo han cobrado los penales al estilo Panenka. A muchos les ha resultado, como a Zinedine Zidane o Alexis Sánchez, pero a otros no tanto, un ejemplo reciente fue el venezolano Luis Seijas quien picó la pelota, pero entregó literalmente el balón al portero argentino Sergio Romero en los cuartos de final de la Copa América Centenario.