Corte de Santiago confirma condena a oficiales (R) de la FACH por torturas reiteradas a José Tohá

El ex Ministro del Interior y Defensa y hombre de confianza de Allende, José Tohá fue torturado y muerto en causas que aún no se esclarecen durante la dictadura militar.

Por Vasti Abarca

18/01/2017

Publicado en

Actualidad

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Corte de Santiago confirma condena de oficiales (R) de la FACH Ramón  Cáceres Jorquera y Sergio Contreras por torturas reiteradas al ex Ministro del Interior y Defensa José Tohá. Primero habían sido acusados de ser autores del secuestro de Tohá, pero el juez Jorge Zepeda los condenó finalmente como autores de aplicación de tormentos reiterados, cometidos en Santiago entre el 2 de febrero y el 15 de marzo del año 1974.

Tohá-AllendeLos oficiales (R) fueron condenados a la pena de tres años de presidio menor en su grado medio y la suspensión de cargo u oficio público durante el tiempo de la condena y al pago de las costas de la causa, otorgándoles el beneficio de la remisión condicional de la pena con un lapso de observación de tres años.

En la investigación el ministro Zepeda estableció que Tohá fue sometido a múltiples torturas durante el tiempo en que estuvo en Isla Dawson y en el Hospital Militar. Algunas de las conclusiones que determinó la primera sentencia y que consideró el fallo son:

 

  • “Que don José Tohá González, durante su privación de la libertad y no obstante el delicado estado de salud en que se encontraba en reiteradas oportunidades fue víctima, por parte de agentes del Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea de Chile, de tratos crueles y degradantes, ejecutados con el propósito de dañar su integridad física y psíquica, con afectación de su honra y dignidad”.
  • “Posteriormente, una vez internado don José Tohá González en el Hospital Militar, en diversas oportunidades, no obstante encontrarse enfermo, es trasladado nuevamente desde su lecho en dicho hospital al recinto de la Academia de Guerra de la Fuerza Aérea, conocida como AGA, sita en la comuna de Las Condes, donde es vuelto a interrogar en forma degradante, dejándole tales rigores secuelas notorias en él; malos tratos que los agentes repiten, sin consideración al estado de salud, en el mismo Hospital Militar, como lo comprueban los papeles manuscritos que la víctima escribió a requerimiento escrito de los agentes”.

 

 

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