Sexo, guerra y poder: la decadencia humana en 22 ilustraciones

El mundo se encuentra al borde de la Tercera Guerra Mundial. Las tensiones entre Siria, Rusia y Estados Unidos son las más fuertes que han habido en décadas; sin embargo, este conflicto se llevaría a cabo a través de los avances tecnológicos que las grandes potencias han desarrollado. Esto implicaría que el enfrentamiento fuera a larga distancia: por medio de armas nucleares y biológicas que acerquen a la humanidad al fin de sus días.

Quizá ese es el destino. La guerra y el deseo de poder están dentro de nuestro código genético: es nuestra inevitable naturaleza. Durante miles de años las personas han causado dolor entre los inocentes y aunque fingen aprender de sus errores, los olvidan demasiado rápido. A pesar de que la humanidad ha habitado el mundo desde hace millones de años, ésta cae en los mismos patrones y –eventualmente– causará su propia destrucción.

El ilustrador e historiador Milo Manara se encargó de mostrar esa realidad en unas cuantas ilustraciones que sintetizan la historia de la humanidad y una de las acciones que llevarán al hombre a morir a manos de sus semejantes. Su trabajo es trágico pero es un buen recordatorio de que el ciclo de la guerra, el sexo y dolor llegará a su fin sólo cuando las personas dejen de existir.

Cuando los australopithecus de África evolucionaron se convirtieron en cazadores y con el desarrollo de la agricultura iniciaron los conflictos para apoderarse de las tierras. Las civilizaciones de Mesopotamia y las del Antiguo Egipto se transformaron a paso veloz y dieron pie a la conformación de las grandes culturas de la historia.

En la era de bronce nació la esclavitud y las primeras armas complejas utilizadas para las guerras. En las ilustraciones de Manara aparece la creación del judaísmo, dando paso a una nueva era relevante para la historia. Asimismo, muestra a la civilización fenicia que se desarrolló en el Este del Mediterráneo, responsable del uso extenso del alfabeto y una de las primeras culturas enfocadas en el conocimiento. A pesar de ese avance, los humanos continuaron luchando por monopolizar el poder.

La historia continúa con cambios en la religión y el abandono de las libres prácticas sexuales. Las ilustraciones muestran la llegada de la antigua cultura Griega, considerada la cuna de la civilización occidental. La filosofía y el conocimiento de Sócrates, Aristóteles y Platón fueron las bases del mundo intelectual y su influencia sigue vigente.

Nada es eterno, por ello los griegos fueron invadidos por el ejército de la Antigua Roma y dominaron gran parte de Europa oriental. Sus aportes a la humanidad abarcan desde la ingeniería y la tecnología, hasta la guerra, religión, lenguaje, leyes e innumerables textos que sirvieron como ejemplo para las próximas civilizaciones. Excelentes guerreros e intelectuales protagonizaron la era, mismos que pensaron que su poderío sería eterno; pero poco sabían sobre el ciclo de la historia. Su sociedad comenzó a depravarse y los abusos del cristianismo –nueva religión en el panorama– cambiaron el rumbo de su historia para siempre.

La evolución de Roma parecía imparable, pero los conflictos internos económicos comenzaron a afectar al Imperio. El cristianismo comenzó a abusar de su poder mientras que los líderes gubernamentales se ocultaron tras sus ejércitos.

No todo es para siempre y así lo demostraron los pueblos invasores que llevaron a Roma a la destrucción. Los visigodos, anglosajones, hunos, entre otros, tenían mejores tácticas de guerra; por lo que fueron responsables de la desintegración de su Imperio. Así fue como se mezclaron diversas culturas, mismas que dieron paso a otra época de la antigua Europa oriental.

En el Este se desarrollaron las conquistas musulmanas que comenzaron con el profeta Muhammad. Esa expansión duró menos de 100 años y controló gran parte del sur de Europa y el norte de África. Esta época fue conocida como el Imperio árabe y con él comenzaron los primeros enfrentamientos religiosos entre musulmanes y cristianos. De esa forma lograron controlar Siria, Egipto, Persia y hasta Hispania, lo que ahora es conocido como España.

Después llegó la época medieval, durante la que se desarrollaron métodos de tortura mucho peores a lo que se habían aplicado en el pasado. En ese momento el periodo de iluminación que había caracterizado a Roma se convirtió en un lapso histórico de guerras que aumentaron el surgimiento de civilizaciones feudales.

Musulmanes, judíos, mongoles, prusianos y cátaros pelearon contra los cristianos en Las Cruzadas por el control de la Tierra Santa –la cual era comprendida por Palestina, Israel, Siria, Turquía y Egipto–. Esto dio paso al control que la religión instauró en la época oscura de la Edad Media; así comenzó uno de los conflictos más sangrientos y duraderos del territorio sagrado.

Una vez que ese periodo terminó, el Renacimiento llegó. Ese periodo –comprendido del siglo XIV hasta el XVII, fue llamado así por el crecimiento y desarrollo cultural que significó, pues las artes fueron impulsadas exponencialmente. A pesar de que grandes creaciones fueron hechas en nombre de la iglesia, ésta comenzó un declive que permitió el desarrollo del método científico; el cual fue clave para experimentos y descubrimientos posteriores.

La conquista y el genocidio de los pueblos de Mesoamérica fue uno de los parteaguas para la humanidad. Cristóbal Colón descubrió América en 1942 y para 1521 ya se había establecido la Nueva España. Hernán Cortés tomó control de Tenochitlán y a los pocos años sus doctrinas religiosas ya había reemplazado toda la cosmología. Todo aquél que estuviese en contra, se enfrentó a los castigos de los invasores.

El periodo napoleónico estuvo marcado por el primer imperio francés que se expandió a través de casi toda Europa. Su expansión resultó en la Revolución Francesa, la cual tuvo consecuencias a nivel ideológico y político durante siglos. El sistema feudal y la monarquía fueron reemplazados por la democracia griega, así como por el desarrollo de la constitución y la división de poderes que conocemos hoy en día.

Una nueva era prosperó en el mundo: América se acopló a los cambios sociales originados en Europa, la colonización del Reino Unido finalizó y Estados Unidos se convirtió en un país libre. El ilustrador de esta serie ofrece un pequeño espacio para mostrar a un soldado de la Guerra Civil, como un recordatorio de los errores de la humanidad y su obsesión por el control.

El genocidio y engaño de los pueblos nativos americanos es otro de los horrores de la humanidad. Los europeos llegaron a América no para compartir, sino para tomar control absoluto; un claro ejemplo de ello fue cuando transportaron miles de africanos para esclavizarlos. Manara agrega otra escena de sexo y violencia para recordar que la historia está llena de elementos nocivos, sin importar su contexto.

La Primera Guerra Mundial comenzó con el asesinato del Archiduque Francisco Fernando, príncipe de Hungría. Dicho país declaró ataques en contra de Serbia, lo cual dio inicio a uno de los conflictos más grandes de la historia. Al poco tiempo de que el conflicto terminó, comenzó la Revolución Rusa; ésta tuvo como resultado la abolición del sistema monárquico, el cual fue reemplazado por un sistema comunista llamado Unión Soviética.

Llegaron los locos años 20, el ascenso de Lenin como líder de una de las naciones más grandes de la historia y –por supuesto– Adolf Hitler con sus ideas radicales, racistas, antisemitas y violentas. Con él llegó la Segunda Guerra Mundial entre los Aliados y el Eje. Las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki demostraron qué tan cerca está la humanidad de destruirse a sí misma.

Todo el horror acabó… o eso es lo que todos piensan.  Aunque vivamos en tiempos modernos y veamos en los libros las tragedias que ha superado la humanidad a lo largo de la historia, ésta se repite una y otra vez. Las civilizaciones que existen podrían desaparecer en menos de 100 años; las guerras no terminan; la obsesión por el sexo, abuso y poder tampoco.

Llegamos a la luna en el 69: año en el que se reprendía a estudiantes universitarios por buscar cambios y un futuro en el sistema. Hoy siguen muriendo inocentes por conflictos religiosos o políticos; la historia es un ciclo que se repite y nunca podremos escapar de ello. Las ilustraciones de Manara sintetizan a detalle los momentos más relevantes de la humanidad. La crudeza con la que presenta a los sujetos es honesta y se asemeja a los jeroglíficos egipcios de la antigüedad. Su trabajo es un conjunto de representaciones gráficas pasadas y advertencias sobre todo lo que podría pasar en el futuro. El ilustrador –también historiador– revela la naturaleza humana, esa que busca poder, sexo y guerra sin importarle llegar a la destrucción.

Vivo: Culturacolectiva