Justicia y derechos humanos

Mujeres inspiradas por Martin Luther King

A 50 años de que Martin Luther King recibiera el Premio Nobel de la paz

Por Ángela Barraza

14/10/2014

Publicado en

Cultura / Justicia y DD.HH / Mundo

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Son muchos los soñadores quienes a lo largo de la historia de la humanidad han inspirado a pequeñas o grandes comunidades a ejercer y mantener sus ideales de justicia. “I have a dream…” no sólo fue el sueño de Martin Luther King en su lucha por la igualdad entre la comunidad afroamericana en Estados Unidos,  representó el anhelo de todos los segregados; este discurso desafió, a través de la palabra y la paz, las “diferencias” entre los blancos y los afroamericanos. Es probable que se desconozcan las historias, los nombres y las caras de las mujeres quienes apostaron y se entregaron con coraje para marcar un antes y un después en aquella lucha por los derechos civiles; así que detrás de aquellas palabras pronunciadas en 1963, existieron mujeres que lograron, junto con Martin Luther King, romper barreras sociales y atravesar al campo de la igualdad de razas.

La palabra contra la fuerza y el poder pudo ser el lema de este movimiento, un pueblo que llevaba más de 100 años buscando esa promesa que la Constitución de Estados Unidos afirmaba, esa garantía de que todos los hombres tendrían derecho a la vida, a la libertad y a la búsqueda de la felicidad. Fueron los años 60 los protagonistas de estas batallas oscuras para encontrar la luz en la humanidad.

La libertad, ese derecho fundamental en la vida de todo ser humano, fue el motivo de inspiración para Rosa Parks y la mayoría de la comunidad negra en Estados Unidos. La carencia de igualdad delimitaba la libertad de estas personas, quienes no tenían el mismo reconocimiento que los blancos. Su vida se resumía a trabajos mal pagados, exhaustivos y denigrantes, y esto era sólo una de las muchas situaciones que debían soportar. Actividades cotidianas como el uso del transporte público eran un problema, y sucedió hasta que Rosa Parks, una desconocida costurera, subió a un autobús en Montgomery, Alabama, y se negó a ceder su asiento a un hombre blanco; la intrepidez de Parks al decir un simple ‘NO’, le ocasionó un arresto y una multa por atentar contra el orden público; sin embargo, ese pequeño desafío, que cometió en solitario, se transformó en el movimiento contra la segregación y en lo que se convertiría en la inspiración para el “boicot de Montgomery”. Fue el activista E. D. Nixon quien pagó la fianza de la mujer y llamó a Martin Luther King para que fuera el líder de dicho boicot. La rechazada costurera se había convertido en una líder que comenzaba su carrera pública y que con sólo un ‘NO’, en 1956, el transporte público era libre de segregaciones.

Dolores Tucker fue otra de las mujeres inspiradas por Luther King. Tucker fue la primer mujer negra en ocupar un puesto en el Gobierno, fue Secretaria de Estado. En una gran defensa de los derechos civiles, las minorías y por supuesto de las mujeres, se resume el trabajo de la afroamericana. Tucker participó en la marcha con Martin Luther King en 1965, su leitmotiv siempre fue la justicia. Seleccionada por la revista People como una de las personas más influyentes del mundo, esta mujer, quien trabajó por la esperanza de su pueblo a lado de Luther King, impulsó el voto por correo y se dedicó a denunciar canciones de rap que atentaran contra la dignidad de los afroamericanos y el vínculo de éstas con la violencia entre familias de color y pandillas en Estados Unidos.

Constance de Baker fue una de las grandes defensoras de los derechos civiles en el movimiento. Al observar la realidad de la situación en su comunidad, soñó y se preguntó ¿por qué no?, fue así como Baker se convirtió en la primera mujer afroamericana en ser juez federal. Su convicción y formación en los primeros casos de su carrera le abrieron terreno profesional para ser la primera mujer que redactara un caso a la corte suprema de Estados Unidos. Su entusiasmo para lograr lo impensable, la impulsó a llevar al primer chico negro a estudiar en la Universidad de Mississippi. Una mujer más que fue todo lo que deseó ser, pues tenía el derecho a serlo al igual que cualquier norteamericano.

En contra de aquella frase: “Qué pena que pensando que puedes hacer poco, no hagas nada”, estas mujeres, Martin Luther King, así como miles de personas desconocidas, no se conformaron con la esperanza de las palabras, sino que la construyeron con actos basados en la belleza de sus sueños y en la lucha por sus ideales sin violencia.

Fue así como la frase: Tengo un sueño: que mis cuatro hijos vivirán un día en una nación en la que no serán juzgados por el color de su piel sino por su reputación cambió el negro utilizado por King, al black del siglo XX, hasta llegar al término actual afroamerican, en el que la igualdad de raza es notable.  Fue después de esa combinación de palabras, una de las piezas de retórica más bellas que existen, que la voz de un hombre dignificó a una comunidad que, quizás, ni en su sueño más ambicioso, creería que uno de ellos se sentaría en la silla de la Casa Blanca.

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