Caso Nisman

El abogado de Stiuso dijo que su cliente «no tiene pruebas directas de que a Nisman lo hayan matado»

Luego de la maratón declaratoria del ex espía de la SIDE, Jaime Stiuso, ante la jueza Palmaghini, en donde abonó a la teoría de homicidio del fiscal federal y apuntó contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, su abogado declaró que Stiuso "no tiene un testigo ni nada que se le parezca", sino que "tiene una interpretación de los precedentes que pudieron llevar a que a Nisman lo mataran".

Por Estefanía González

03/03/2016

Publicado en

Argentina

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El abogado de Jaime Stiuso, Santiago Blanco Bermúdez, declaró públicamente que su cliente “no tiene pruebas directas de que a Alberto Nisman lo hayan asesinado. No tiene un testigo ni nada que se le parezca. Tiene una interpretación de los precedentes que pudieron llevar a que a Nisman lo mataran. Tampoco sé qué grupo intervino”.

El ex espía y ex agente de operaciones de la ex Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), actual Secretaría de Inteligencia (SI), declaró durante 17 horas frente a la jueza Fabiana Palmaghini, luego de un año y poco más de un mes de la muerte del fiscal federal Alberto Nisman.

A diferencia de su propia versión de hace un año atrás, ahora, quien fuera director general de Operaciones abonó a la teoría de que Nisman fue asesinado y apuntó como responsable de su muerte a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a quien se cuidó de no evocar por su nombre en toda la maratón declaratoria: “Esta locura es obra de ella, (Carlos) Zannini y Aníbal Fernández», aseguró, de acuerdo al diario Página/12.

El fundamento de Stiuso -quien, luego de 34 años, fue desvinculado de la SIDE durante al gestión kirchnerista- sería que durante la investigación al atentado a la AMIA, la ex presidenta les habría pedido a él y a Nisman que frenaran el proceso en contra de Irán ya que había negocios en el medio, versión que se complementa con la del fiscal fallecido, de la cual desde el Gobierno de Kirchner se denunció que el autor intelectual de dicha acusación había sido el propio Stiuso, y que fue invalidada por la Justicia a los pocos días de su presentación.

En su declaración, Stiuso también arremetió contra la procuradora general Alejandra Gils Carbó, quien en este momento dentro del Estado representa una designación clave efectuada durante el kirchnerismo que no ha declinado ante el macrismo.

Sobre los autores materiales del hecho, Stiuso dijo que fue un «grupo ligado al gobierno anterior», aunque no especificó si eran nacionales o internacionales.

Pese a la nulidad de pruebas de la declaración de Stiuso, la jueza Palmaghini elevó la investigación al fuero federal, en concordancia con las intenciones del nuevo gobierno liderado por Mauricio Macri. El argumento de la letrada fue el hackeo de los mails de Nisman, que para el ámbito judicial se equipara con la violación de correspondencia, lo cual corresponde al fuero federal.

Una de las repercusiones de las nuevas declaraciones de Stiuso fueron las manifestaciones públicas de Oscar Parrilli, el ex Director General de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), quien sostuvo que “cuando tuve que cumplir la orden de Cristina de echar a Stiuso, hablé con él cuatro horas. Es un psicópata y mentiroso. Un extorsionador. Y al final de la charla me tiró una frase amenazante: ‘yo vuelvo’. No tengo dudas de que Stiuso trabaja para la CIA y el Mossad”.

“Como ex agente, tenía la obligación de informar si contaba con información sobre la muerte de Nisman. No lo hizo, porque lo que dice ahora es una mentira y no tiene ni una sola evidencia. El día que yo asumí en la AFI, durante cuatro horas me hizo dibujos para explicarme la situación internacional, siempre con los razonamientos de Washington y Jerusalén. Es un hombre que trabaja para la CIA y el Mossad. Por eso está protegido en Estados Unidos desde hace un año”, agregó.

En contexto: 

El 18 de enero de 2015 el fiscal federal a cargo de la causa por el atentado a la AMIA, ocurrido en 1996 y cuyo saldo fue de 85 personas fallecidas, fue encontrado sin vida en el baño de su residencia en el coqueto barrio porteño de Puerto Madero.

Al día siguiente debía presentarse en el Congreso de la Nación para exponer su grave denuncia contra la presidenta de aquél entonces, Cristina Fernández de Kirchner, y el ex canciller Héctor Timerman, por supuesto encubrimiento a los imputados iraníes en la causa de la mutual israelí. La acusación era a instancias del memorándum de entendimiento con Irán que había firmado la presidenta en 2013, cuyo objetivo en el marco de la causa era lograr la declaración indagatoria de los iraníes.

De acuerdo al fiscal y al ex espía, Jaime Stiuso, la maniobra de encubrimiento fue porque había negociados entre los dos países.

Esta línea de investigación alejaba la causa de la «pista siria» y estaba en sintonía con la de la CIA y el Mossad.

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