Cumbre del clima de la ONU: tres países hacen imposible la lucha contra el calentamiento global

"No existe un planeta B"

Más de 70 países se comprometieron durante la cumbre del clima organizada por las Naciones Unidas a reducir a cero las emisiones de carbono para el año 2050 y así poder cumplir con los objetivos del Acuerdo de París. Sin embargo en este grupo no figuran los grandes contaminantes: China, India y Estados Unidos


Bajo el lema «No existe un planeta B», jóvenes y adultos de 160 países participaron el viernes en una huelga mundial para exigir acciones que contribuyan a frenar el calentamiento global y visibilizar la importancia de luchar contra el cambio climático.

Con esta multitudinaria manifestación concluyó la denominada Semana del Clima que arrancó el pasado viernes 20 de septiembre, con una marcha mundial que convocó a cuatro millones de personas, en el marco de la cumbre de acción climática convocada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, inspirados por las protestas de la adolescente sueca Greta Thunberg.

Esta jornada incluyó una serie de concentraciones, charlas, actividades organizadas por el colectivo Fridays For Future (Viernes por el Futuro) para reivindicar la lucha por la preservación del planeta.

La huelga mundial por el clima del viernes se realizó en centros de trabajo, educativos y comerciales, e incluyó otras actividades de carácter más lúdico en plena calle, así como protestas frente a instituciones gubernamentales para exigir que actúen para defender la vida y reducir los impactos del cambio climático.

En esta ocasión se sumaron a las manifestaciones algunos sindicatos y sectores de trabajadores.

Las calles de Seúl, Bombay, Nueva Delhi, Budapest, Ginebra, Luxemburgo, Munich, Bonn, Copenhague, Atenas, Viena, Bolonga, Roma, Madrid, Washington, Montreal, Buenos Aires y Santiago, por mencionar algunas, fueron los escenarios de la impresionante marea humana que dio la vuelta al mundo durante la huelga por el futuro del planeta.

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Las acciones arrancaron en Nueva Zelanda, donde se registraron manifestaciones que algunos medios cifraron en 170.000 personas.

En la India los manifestantes volvieron a salir a las calles en forma masiva al igual que la semana anterior.

En España, 70 ciudades se sumaron a la manifestación. En Madrid participaron miles de estudiantes y más de 500 organizaciones. Igualmente, en Barcelona la multitud se unió a la voz de: «Justicia climática ya». Es una emergencia» junto a la proclamas: «¿Qué queremos? Justicia climática. ¿Cuando la queremos? Ya» y “Si el planeta fuera un banco, ya lo habrían rescatado”.

En la nación europea, la huelga general de estudiantes por el clima estuvo acompañada por una huelga general laboral en algunas provincias.

En Roma, más de 200 mil jóvenes marcharon para alertar sobre la situación ambiental y exigir respuestas políticas que alivien los problemas derivados de la crisis climática, además de otros cientos de miles en más de 150 metrópolis italianas.

De acuerdo a Gianfranco Mascia, de Friday For Future, más de un millón de personas participaron de las marchas en Italia, incluyendo más de 50.000 en Florencia y 80.000 en Nápoli, aseguró a la cadena televisiva Rai.

Manifestaciones de igual magnitud se vivieron también en Estocolmo y Budapest.

En Argentina, impulsados por las organizaciones Alianza por el Clima, Jóvenes por el Clima Argentina y Fridays for Future, se activaron  más de 30 puntos de concentración en todas las provincias, y la marcha principal se realizó en la ciudad de Buenos Aires, desde Plaza de Mayo hasta el Congreso, y participaron pueblos originarios, comunidad científica, trabajadores y estudiantes.

En Chile, la marcha contra el cambio climático comenzó en Isla de Pascua, y luego se desarrolló en Plaza Baquedano de Santiago donde acudió una multitud de jóvenes comprometidos con la preservación del medio ambiente.

La jornada culminó en Montreal, Canadá, donde salieron a las calles más de 500.000 personas.

En esta ciudad, la activista sueca Greta Thunberg pidió nuevamente al primer ministro Justin Trudeau y a los líderes mundiales hacer más por el medio ambiente.

La joven de 16 años que lidera la lucha global contra la inacción frente al calentamiento del planeta consideró que, como la mayoría de la dirigencia política, el primer ministro canadiense «no ha hecho lo suficiente» para mitigar los efectos del cambio climático.

La nueva generación de jóvenes está concienciada con el clima y que tiene claro que «No existe un planeta B». Foto: RTVE.

Una generación que abrió los ojos

Greta Thunberg, ha sido la figura central de las movilizaciones, al ser la voz una generación que ha abierto los ojos ante un sistema irracional que destruye y depreda la naturaleza para llenar los bolsillos de un conjunto de empresas y corporaciones capitalistas.

La joven activista sacudió la apertura de la cumbre del clima en las Naciones Unidas, al acusar a los líderes mundiales de omisión y traición frente al cambio climático.

«Nos están fallando. Pero los jóvenes están empezando a entender su traición«, advirtió, al tiempo que expresó: «Todo esto está mal. Yo no debería estar aquí arriba. Debería estar de vuelta en la escuela, al otro lado del océano. Sin embargo, ¿ustedes vienen a nosotros, los jóvenes, en busca de esperanza? ¿Cómo se atreven?.

«Estamos en el principio de una extinción masiva, y lo único de lo que pueden hablar es de dinero», dijo Greta Thunberg a los líderes mundiale. Foto: AFP.

Thunberg planteó en Nueva York que la propuesta para reducir las emisiones no es lo suficientemente ambiciosa y reconoció encontrarse «triste y enfadada» ante la postura de los políticos. «

«No es aceptable para nosotros, porque somos los que vamos a tener que vivir con las consecuencias (…) Las nuevas generaciones están pendientes de ustedes, y si nos fallan nunca se lo perdonaremos«, sentenció.

Recordó que el cambio climático es consecuencia de un modelo de producción y consumo que ha demostrado ser inapropiado para satisfacer las necesidades de la humanidad.

«La gente está sufriendo. La gente está muriendo. Ecosistemas enteros están colapsando. Estamos en el principio de una extinción masiva, y lo único de lo que pueden hablar es de dinero y cuentos de hadas sobre un eterno crecimiento económico», denunció.

Las reacciones de los líderes políticos fueron muy dispares. Por un lado, el presidente francés, Emmanuel Macron, reconoció no estar haciendo suficiente.

Mientras que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres agradeció a Thunberg y a los jóvenes «por liderar la carga y responsabilizar a su generación».

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, empleó una vez más la ironía para referirse a la activista sueca.

«Parece una joven muy feliz que espera un futuro brillante y maravilloso. ¡Da gusto verla!», escribió en su cuenta en Twitter.

El presidente norteamericano, que acostumbra a ignorar la crisis climática, estuvo únicamente 15 minutos en la cumbre, y prefirió participar en una reunión para proteger la libertad religiosa, con la que intentó contrarrestar el evento y en la que aseguró ser «un gran creyente en el aire limpio y el agua limpia».

Al menos 77 países se han comprometido a reducir a cero las emisiones de carbono para el año 2050, pero faltan los grandes contaminantes: China, India y Estados Unidos. Imagen: Web.

Compromiso insuficiente contra la crisis climática

En la cumbre, al menos 77 países se comprometieron a reducir a cero las emisiones de carbono para el año 2050, para poder cumplir con los objetivos del Acuerdo de París.

Este pacto establece que todos los Estados deben reducir esas emisiones que sobrecalientan el planeta para cumplir un objetivo común: que el incremento de la temperatura se quede por debajo de los 2 °C con respecto a los niveles preindustriales y, si es posible, por debajo de 1,5 °C. Pero, como advirtió (de nuevo) la ONU, el planeta está ya en un aumento de un grado, y los planes de recorte de los Estados son insuficientes, por lo que se espera un incremento de más de tres grados a finales de siglo.

Las Naciones Unidas calcula que, para cumplir la meta de 1,5 °C, se necesita que los esfuerzos globales aumenten entre tres y cinco veces, y para eso se requiere que los países se comprometan a revisar ya sus planes que establecen las medidas de recorte que se deben tomar durante la próxima década.

«La emergencia climática es una carrera que estamos perdiendo», alertó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. Imagen web.

El compromiso de 77 países no resultará suficiente, ya que no figuran tres de los cuatro principales contaminadores: China, India y Estados Unidos.

«Deberíamos en 2030 haber alcanzado una serie de objetivos concretos. No estamos en camino, no estamos haciendo lo suficiente. La emergencia climática es una carrera que estamos perdiendo, pero es una carrera que podemos ganar», declaró Guterres, quien también advirtió que si el calentamiento global supera los 1,5 °C, la destrucción será irreversible

«Vemos las consecuencias en huracanes devastadores, en el deshielo de glaciares, en el deterioro de la salud pública», afirmó el secretario general de la ONU.

La esperanza en un cambio de modelo de relación con el medio ambiente está, sin duda, en la nueva generación de jóvenes concienciada con el clima y que tiene algo muy claro: «No existe un planeta B».

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