Rechazo a dos fundiciones de plomo altamente tóxicas en Santiago

Indignados se encuentran los habitantes de diversas comunas del Área Metropolitana, especialmente de Lampa, Quilicura y Pudahuel, por la eventual instalación de dos (2) plantas de fundiciones de plomo (Pl), sumándose así a la serie de empresas contaminantes que ya existen en una zona altamente saturada de contaminación industrial: Una de ellas sería la Planta […]

Por Director

13/03/2014

Publicado en

Medio Ambiente / Portada

0 0


plomo

Indignados se encuentran los habitantes de diversas comunas del Área Metropolitana, especialmente de Lampa, Quilicura y Pudahuel, por la eventual instalación de dos (2) plantas de fundiciones de plomo (Pl), sumándose así a la serie de empresas contaminantes que ya existen en una zona altamente saturada de contaminación industrial: Una de ellas sería la Planta Recuperadora de Metales “Bío Bío Metales S.A.”, y la otra es la empresa “Sucursal Recicladora Ambiental Limitada”.

Es preciso señalar que la Planta Recuperadora de Metales “Bío Bío Metales S.A.” busca la recuperación de metales no ferrosos (Plomo) y polipropilenos, a partir de residuos plomados que se encuentran como deshechos, principalmente Baterías Ácidas de Plomo Usadas (BAPU) o chatarras plúmbicas, en general.

Por otra parte la “Sucursal Recicladora Ambiental Limitada” pretende realizar el almacenamiento y tratamiento de Residuos Peligrosos industriales (Respel), entre los cuales se encuentran borras anódicas, chatarra anódica y baterías de plomo ácido, desechos fuera de uso industrial.

Las irregularidades que mantienen indignados a los diversas comunidades y habitantes de la ciudad de Santiago se debe en gran medida a que la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región del Biobío, no acogió en su oportunidad a trámite la Declaración de Impacto Ambiental del Proyecto de la firma “Bío Bío Metales S.A.” por ser altamente contaminante. No obstante lo anterior, la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región Metropolitana, sí autorizó el proyecto. Además, la autoridad metropolitana no solicitó el estudio de impacto ambiental a esta empresa, en contraposición al estudio que sí fue solicitado a la firma “Sucursal Recicladora Ambiental Limitada”.

El senador Guido Guirardi ya se había referido a esta situación, señalando que “Estas fundiciones van a emitir grandes cantidades de gases con Pm 10, Pm  2,5 y plomo lo que va a contaminar de manera muy importante la Región Metropolitana. Son dos proyectos altamente tóxicos en una zona ya saturada y que no pueden aceptarse en zonas urbanas”.

Asimismo, el parlamentario precisó que el plomo genera anemia, cánceres, es potente elemento tóxico. “En ninguna ciudad del mundo se cometería la aberración de instalar dos fundiciones de plomo en  sectores urbanizados y esto pasa porque los intereses de la salud están desplazados a los intereses económicos. La responsabilidad es del Ministerio del Medio Ambiente, que hace mucho tiempo dejó de defender el medio ambiente y la salud de las personas”.

Las fundiciones serían instaladas en sectores donde se proyecta desarrollo inmobiliario a corto y mediano plazo. Específicamente, una de las plantas se instalaría en la zona de El Noviciado, ubicado en el límite de Lampa, Pudahuel y Quilicura.

Los habitantes de Santiago se encuentran indignados con la falta de control y fiscalización permanente y todavía se encuentran a la espera de medidas concretas y acciones objetivas, ya que rechazan la instalación de estas plantas industriales que son un verdadero crimen ecológico, las cuales se sumarían a las ya existentes, y que son las fuentes principales del envenenamiento de las aguas de los ríos, esteros, humedales y napas subterráneas de la zona metropolitana urbana.

La historia de Refimet

 Ya antes se produjeron desastres ecológicos de proporciones con compañías que promovieron “el desarrollo sustentable” y “manejo eficiente de residuos” como el caso de Refimet, compañía creada por Alfonso Dulanto Rencoret (Ministro de Minería de Ricardo Lagos) y Alejandro Noemí Callejas (presidente de Codelco durante la administración Aylwin), fue ubicada en Lampa (Rungue) a pocos metros de la Ruta 5 Norte. En dicha planta se llegaron a procesar 2 mil toneladas de mineral al mes. Y para ello se utilizaba arsénico en grandes cantidades. Años después una comisión de investigadores alemanes visitó la fundición de Refimet y descubrió que el desecho de arsénico no sólo se mantenía en piscinas pobremente equipadas, sino también se hallaba una especie de depósito clandestino que a simple vista no contaba con ningún tipo de seguridad o impermeabilización (Hechos que fueron reporteados en extenso por CNN Chile y Ciper). En aquella oportunidad la comisión de investigadores alemanes recomendaron al Sernageomin nuevos estudios sobre la contaminación y su grado de avance, ya que según sus cálculos era posible que en los próximos años los efectos de esta contaminación se extendiera hacia el estero Rungue, afectando silenciosamente a las zonas de Tiltil, Lampa, Colina, Laguna Carén (Estero Las Cruces y Estero Lampa), el Río Mapocho y su largo recorrido hasta desembocar en el cauce del Río Maipo, es decir a casi toda la cuenca hidrográfica de Chacabuco y la zona de Santiago.

CONTAMINACION POR ARSENICO

A la anterior contaminación del Área Metropolitana se suman las 50.000 toneladas de tierra contaminada con arsénico que se encuentran en proceso de transporte, desde la mina Cerro El Minero, de El Teniente, hasta las instalaciones de Hidronor en el sector Los Espinos, camino del Noviciado, lo cual evidentemente incrementaría y agravaría más un daño ecológico de proporciones. Considerando que esto, sin lugar a dudas, afectaría, a la población más inmediata como las de Aguas Claras, Lomas de Lo Aguirre, Ciudad de Los Valles y los residentes de avenida San Pablo. En cada uno de los cauces aledaños a estas poblaciones las mediciones de elementos químicos nocivos para la vida y los ecosistemas han resultado por sobre la norma.

Cabe señalar que ya en las instalaciones de Hidronor existe un tratamiento de Residuos industriales de los llamados PCB o Ascarales que son residuos muy peligrosos (un venenoso invento de Monsanto) muy utilizados en transformadores y equipos electrónicos, entre otros usos, altamente nocivos para la salud humana, además de Riles (Residuos industriales sólidos) cuya base de tratamiento (lixiviación) se componen de elementos químicos tales como sulfatos, arsénico, mercurio, plomo, zinc, cianuros  y otros más, los cuales, una vez tratados son descargados muy probablemente al torrente del Río Mapocho, y desde este al Río Maipo cuyo curso prosigue hasta la desembocadura en la costa de Las Rocas de Santo Domingo.

De no detenerse este peligroso flagelo, se está corriendo un grave riesgo cuyos efectos son hasta ahora impredecibles. Tan impredecible e irresponsable como lo que sucedió en la zona de Rungue, y que afecta hoy por hoy no sólo a esa localidad, sino a un entorno mucho más amplio y biodiverso. Y no sólo a la actual generación, sino que también a las generaciones futuras.

Hace pocos años los habitantes de la Ciudad de Los Valles –y especialmente estudiantes- comenzaron a presentar los efectos muy poco frecuentes de leucemia; la mayoría de los casos pertenecían al colegio Manquecura. También se presentaron casos en adultos que padecían extrañas enfermedades autoinmunes, como esclerodermia, hepatitis autoinmune y enfermedades que son en general más habituales en trabajadores que realizan su faena en las minas. Hasta el momento nadie ha dado una explicación seria y acabada. Salvo unos curiosos investigadores alemanes que hace un tiempo atrás hicieron patente su preocupación a las autoridades y organismos expertos.

 Por David Rubinstein

El Ciudadano

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones

Comparte ✌️

Comenta 💬