Sea Shepherd califica de “conspiración criminal” anuncio de Japón de cazar ballenas en Océano Austral
A pesar de la constante condena jurídica y científica, Japón insiste en sus planes de seguir cazando ballenas furtivamente en el Océano Austral. El sábado, la Agencia de Pesca de Japón notificó oficialmente a la Comisión Ballenera Internacional (CBI) que está preparando los arpones de su flota ballenera para su regreso a aguas de la Antártida.
El 31 de marzo de 2014, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sentenció que el programa ballenero de Japón tenía fines comerciales y era ilegal y ordenó su cese inmediato. Inicialmente el gobierno de Japón dijo que acataría el fallo, sin embargo en el plazo de unos meses reveló sus planes para un nuevo programa llamado NEWREP-A, bajo el cual se planifica la matanza de 4.000 rorcuales aliblancos protegidos durante un periodo de 12 años.
Desde el anuncio del programa, autoridades científicas de todo el mundo han rechazado el NEWREP-A afirmando que Japón no ha logrado proporcionar ningún argumento científico para la caza continuada de ballenas en el Océano Austral.
Incapaz de realizar los ajustes necesarios al NEWREP-A según los términos previstos en el fallo de la CIJ, el gobierno japonés buscó otra laguna legislativa para permitir sus operaciones furtivas.
El pasado mes, en una declaración especial, Japón notificó al Secretario General de Naciones Unidas Ban Ki-Moon que negaría la jurisdicción de la CIJ en asuntos relacionados con la “investigación, conservación, gestión o explotación de los recursos vivos del mar”, impidiendo por tanto cualquier repercusión legal más contra su programa ballenero en la corte internacional. Posteriormente, el 18 de noviembre de 2015, la Corte Federal Australiana halló a la compañía financiada por el gobierno japonés, Kyodo Senpaku Kaisha Ltd, culpable de incumplir una orden de 2008 que exigía detener la matanza de ballenas en el Santuario de Ballenas australiano y le impuso una multa de un millón de dólares australianos por ese incumplimiento.
El barco de Sea Shepherd Steve Irwin, actualmente amarrado en Melbourne, Australia, está siendo preparado para la segunda campaña para combatir la pesca furtiva de merluza negra en el Océano Austral.
“Sea Shepherd es una organización contra el furtivismo. Estamos preparados para hallar, documentar, informar e intervenir cuando sea posible contra las operaciones furtivas que amenazan el valioso equilibrio de la vida en el Océano Austral, sean quienes sean los furtivos, sea cual sea la vida que amenacen”, decía Alex Cornelissen, CEO de Sea Shepherd Global. “Si Sea Shepherd se encuentra con una actividad delictiva, entonces nuestra trayectoria habla por sí misma. Intervendremos directamente para impedir que ocurra ese delito”, concluía.
Foto: Tres rorcuales aliblancos yacen muertos sobre la cubierta del Nisshin Maru. Créditos: Tim Watters
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