Tenemos tres años para salvarnos de lo peor del cambio climático

Un artículo en 'Nature' hace un llamado a los líderes mundiales a que se guíen por la evidencia científica y no escondan la cabeza bajo la arena, afirmando que ecosistemas completos ya están empezando a colapsar, como los hielos que desaparecen en el Ártico y los arrecifes de coral que mueren por causa de las temperaturas del océano.

Planta de energía solar en Nevada, EEUU. Imagen vía Nature

El mundo tiene tres años para empezar a reducir significativamente la emisiones de gases de efecto invernadero, o de lo contrario será casi imposible revertir los peligros del calentamiento global. Así lo advierten expertos que publicaron un artículo en la revista científica Nature.

Los autores hacen un llamado a los líderes mundiales a que se guíen por la evidencia científica y no escondan la cabeza bajo la arena, afirmando que ecosistemas completos ya están empezando a colapsar, como los hielos que desaparecen en el Ártico y los arrecifes de coral que mueren por causa de las temperaturas del océano.

El mundo podría emitir suficiente dióxido de carbono para hacer fracasar el acuerdo de París, si es que los niveles actuales siguen la misma tendencia y no disminuyen considerablemente.

Las emisiones de gases invernadero han ido aumentando rápidamente, pero en los años más recientes se han mantenido. Los expertos, liderados por Christiana Figueres, ex secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), dicen que para el año 2020 máximo, estos niveles deben empezar a caer rápidamente.

«El año 2020 es crucialmente importante por otra razón; una que tiene más que ver con la física que con la política», dijo Figueres, refiriéndose a que ese año toca cambio de gobierno en Estados Unidos.

«Ya sea que para 2020 las temperaturas sigan aumentando o incluso se mantengan, las metas del acuerdo de París serán inalcanzables», dice la experta, citando un informe publicado en abril. «Bajar las emisiones a nivel mundial es una tarea monumental, pero las investigaciones nos dicen que es necesario, deseable y posible», agrega.

El artículo en Nature fue firmado por más de 60 científicos, tales como el profesor Michael Mann, de la Universidad del Estado de Pensilvania; políticos como el ex presidente de México, Felipe Calderón y la ex presidente de Irlanda, Mary Robinson; gente de negocios, como Paul Polman, jefe ejecutivo de Unilever; inversionistas y líderes ambientalistas, entre otras autoridades en el tema.

Desde la década de 1880 las temperaturas mundiales han aumentado aproximadamente 1°C por causa de los gases de efecto invernadero que genera la actividad humana en relación a la economía, la industria y la generación de energía.
El mencionado artículo describe los efectos de este aumento en el planeta, que abarca desde la pérdida de masa de las capas de hielo en Groenlandia y Antártica y la desaparición del hielo del Ártico en verano, hasta la muerte de una buena parte de la gran barrera de coral en Australia.

La columna también destaca el grave impacto del cambio climático en las olas de calor que son cada vez más intensas, así como del aumento de los niveles del mar y las sequías, que afectan principalmente a las personas más pobres.

La humanidad actualmente está emitiendo unas 41 gigatoneladas de carbono al año, y en este momento hay que evitar que el calentamiento global sobrepase los 2°C respecto a los niveles preindustriales. Si la actual tasa de emisiones anuales se mantiene a este nivel, tendríamos que bajarla casi inmediatamente a cero una vez que se agote el presupuesto de carbono pensado para 2020 (entre 150 y 1050 gigatoneladas).

Para lograr eso habría que tomar medidas de emergencia que impactarían la economía de manera crítica y repentina, por lo tanto es crucial que se trabaje por ir bajando los niveles gradual y sostenidamente, para que la economía global se adapte.
Los expertos llaman a que la gente no abandone la esperanza. «La buena noticia es que todavía es posible cumplir con la meta de París, si las emisiones de carbono empiezan a decaer hacia 2020», escriben.

Mientras Trump, un reconocido negacionista del cambio climático, sacó a Estados Unidos –uno de los países más contaminantes del mundo– del acuerdo de París, los autores del artículo urgen a los líderes mundiales a seguir el enfoque opuesto, usando los aportes de la ciencia para crear políticas que apunten a disminuir las emisiones de gases invernadero y defender los ecosistemas. «Quienes están en el poder deben ser un apoyo a la ciencia», dicen.

«Sin tiempo que perder, todos los países deberían adoptar planes para lograr un 100% de electricidad renovable y asegurar que los mercados se rediseñen para permitir la expansión de las energías renovables», claman los autores.

También destacan la importancia del optimismo: «Los eventos políticos más recientes han impactado nuestra visión del futuro, pero tal como antes del París, debemos recordar que lo imposible no es un hecho, sino una actitud. Es crucial que se compartan las historias de éxito, [porque] siempre habrá quienes escondan la cabeza bajo la arena e ignoren los riesgos globales del cambio climático».

Pero hay muchos más quienes estamos comprometidos con superar esta inercia. Sigamos siendo optimistas y actuemos juntos con valentía», concluyen.

Nota original en The Independent

Versión español, El Ciudadano

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