VIDEO: ‘Time-lapse’ muestra cómo una densa nube de smog cubre la capital de China

Un hombre logró un impresionante registro audiovisual de 13 segundos de imagen secuencial (time-lapse) llamado "Beijing Airpocalypse Arrival", que muestra cómo el smog se acercó a la ciudad en sólo 20 minutos.

smog pekin

Actualmente, Pekín está viviendo la crisis de una alerta roja por el smog, que está haciendo que los vuelos se cancelen, que cierren las escuelas y que las carreteras estén vacías. La situación supera incluso los niveles de contaminación del aire de China, que son normalmente altos.

Chas Pope, un hombre de nacionalidad británica que vive en China, logró hacer un registro audiovisual de 13 segundos de imagen secuencial (time-lapse) llamado «Beijing Airpocalypse Arrival» (La llegada del ‘aerocalipsis’ de Pekín ), que muestra cómo el smog se acercó a la ciudad en sólo 20 minutos el día martes. Pope grabó el vídeo desde la venta de su oficina, simplemente usando la aplicación de timelapse de su teléfono. Aunque ha estado trabajando en el mismo edificio por 13 años, el británico dice que esta es la primera vez que ha visto una nube de smog tan densa.

Como informa el medio TreeHugger, el Índice de Calidad del Aire en Tiempo Real de Pekín parece indicar un máximo altísimo al mismo momento en que se realizó el registro.

Las partículas contaminantes en el smog en la ciudad china tienen efectos de largo plazo en sus habitantes, como infecciones respiratorias y cáncer de pulmón. En el mundo, la contaminación del aire en espacios abiertos causa más de 3 millones de muertes prematuras cada año y alrededor de un 40% de ellas ocurren en China.

En los años recientes, el gobierno chino ha declarado la guerra contra la contaminación del aire en reiteradas ocasiones, y aunque ahora el país está en medio de una revolución de energías limpias, que incluye la construcción de dos turbinas de viento cada dos horas, todavía les queda mucho trabajo por hacer para detener de una vez por todas sus altos niveles de contaminación y emisiones de gas carbono.

Fuente, IFLScience

El Ciudadano

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