Jorge Rodríguez

Indignación: Jefe de Delegación de Venezuela en mesa de negociación en México denunció torturas aplicadas a Alex Saab

Hizo pública carta de Saab, en la que el diplomático del país suramericano, detalla “barbaridades cometidas en contra de este representante de la diplomacia venezolana”, cometidas en Cabo Verde.

Por Félix Eduardo Gutiérrez

29/09/2021

Publicado en

Actualidad / Mundo / Portada / Venezuela

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El Jefe de la Delegación venezolana en las negociaciones en México, Jorge Rodríguez, tras recibir una carta del diplomático Alex Saab, manifestó indignación por las barbaridades cometidas en contra de este representante de la diplomacia venezolana.

En una publicación en su cuenta oficial de la red social Twitter, Rodríguez escribió: “Esta carta de nuestro delegado Alex Saab la recibimos esta mañana los miembros de la delegación del Gob Bolivariano.

Su mensaje nos conmovió y al mismo tiempo sentimos profunda indignación x las atrocidades cometidas contra nuestro diplomático. Se impondrá la verdad y la vida!”.

En esta misiva, Saab denunció que ha sido víctima de torturas en Cabo Verde, siendo provocado psicológicamente hasta hoy, al dejarlo hasta sin agua por días.

A continuación el texto íntegro de la carta enviada por el diplomático Alex Saab:

Lunes, 27 septiembre 2021

Estimado Jorge, miembros de la mesa de diálogo, oficialistas y opositores les envió un gran saludo y espero se encuentren todos bien.

A mi gobierno y nuestra delegación, no saben cómo me ha conmovido saber el gesto hacia mi persona que tuvieron al llegar a México.

No puedo ver fotos, pero me sentí lleno de fuerzas y orgullo de Patria, cuando me contaron.

Les estoy y estaré siempre eternamente agradecido a toda la delegación y a nuestro gobierno por ese honor que me brindaron.

Esa es la Patria que amo.

La Patria que defiende las causas justas.

La Patria que busca cada día el bienestar del pueblo.

La Patria que atraviesa un bloqueo inmoral y cruel, pero sigue siendo valiente. La Patria que no se rinde.

Fui secuestrado por Trump, sus secuaces y su política fallida hace 473 días. Me han torturado en Cabo Verde físicamente hasta que se cansaron.

Me siguen torturando y provocando psicológicamente cada día hasta hoy.

Me han negado la atención médica entre tantas otras cosas básicas del derecho humano.

Aun me dejan a veces hasta sin agua por días, porque según ellos deben pasar las botellas transparentes por rayos x y la maquina siempre se les “daña”.

Me han amenazado con morir en una prisión de USA casi todos los días desde que me secuestraron vilmente.

Amenazaron la vida de mi familia.

Me han calumniado, injuriado, maltratado y según ellos, humillado. Pero el alma de un guerrero no se humilla. Solo el que se arrodilla ve gigante a su enemigo.

Me sancionaron en el 2019, no solo a mí sino a mis 2 hijos mayores siendo casi menores de edad cuando estaban por graduarse de la universidad y sin tener nada que ver en este conflicto político.

Mis hijos tuvieron que interrumpir sus estudios y exiliarse siendo casi niños.

Sus acusaciones hacia mí, son tan ridículas y políticamente motivadas que no han podido encontrar ni una sola prueba en mi contra.

Hasta Suiza les destrozo el caso de extralimitación judicial al investigarme por 3 años y

NO encontrar en 3.000 folios una sola operación ni siquiera sospechosa de ser algo ilegal.

Igual ha sucedido en otros países que me han investigado incitados siempre por los palangristas que el mismo Elliot Abrahams confeso públicamente utilizan.

Pero Norteamérica en su impotencia me amenazan constantemente incluso con buscar algo de que acusar sin razón alguna hasta a mis hijos si yo no cedo a sus pretensiones de dejar de servir a mi Patria y denigrar falsamente contra mi gobierno.

A Norteamérica les enfurecía entre tantas cosas que siguieran llegando alimentos y medicinas a pesar del bloqueo porque les hacía fallar según ellos su “plan” al que irrespetuosamente llaman” cambio de régimen”.

Pretendían literalmente que el pueblo se sublevara por el hambre.

Hasta me pidieron descaradamente vía mis abogados, que dejara de ayudar por 120 días sin alimentos ni medicinas a mi país a cambio de “amnistía”. Para ellos 120 días de hambre serían suficientes. ¿Pretendían que fuese un genocida?

Nunca desistí y SIEMPRE lo comuniqué a mis superiores.

Viví la muerte de mi padre y de mi madre en este secuestro, solo, sin despedirlos, no fue culpa del covid sino de su tiranía.

Me separaron de mi familia, de mi esposa, de mis 5 hijos, la menor de 5 meses. Aún siento el último beso que le di a mi bebé.

Mi familia ha estado secuestrada estos mismos 473 días que yo por que el secuestro lo vive la familia hasta peor que el secuestrado.

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