Abstención en Venezuela: la excusa para invalidar el triunfo democrático de Nicolás Maduro

La democracia quiérase o no se valida con la mayoría dispuesta a participar de una elección

La democracia quiérase o no se valida con la mayoría dispuesta a participar de una elección. Y en el caso de Venezuela el 68% de las preferencias fueron para Nicolás Maduro.

Es cierto que del total del padrón electoral solo participó el 46,01 % de éste, pero el fenómeno del abstencionismo es mundial, como ya veremos, y no por ella se cuestionan las elecciones de Presidente en otros lugares del mundo, o se tratan de impugnar.

En Chile 2013 , 59 % se abstuvieron de votar y en el 2017 sólo un 46,8% votó.

«Los niveles de participación electoral varían enormemente entre países a nivel mundial», según afirma informe del PNUD. Mientras que en los países desarrollados que integran la OCDE, la participación en elecciones parlamentarias bajó entre 1990 y 2016 un 11%, en América Latina.

En Estados Unidos el abstencionismo pasó de apenas 4,2% en los comicios presidenciales de 1964, a 32,1% en los de 2012.

En el 2016 la abstención en Estados Unidos creció y fue del 44,6%.

En Canadá ocurrió algo similar: ascendió de 24,1% en 1965 a 38,9% en 2011.

La falta de representación es un fenómeno que se extiende, y no es un caso particular el de Venezuela, donde la baja se debería a que la oposición sin una propuesta clara, más que sacar a Maduro del poder, fue incapaz de concitar a la ciudadanía a concurrir a ejercer el derecho a voto.

En Venezuela, ha ganado la democracia, la dictadura de la mayoría del pueblo sobre la minoría y no la dictadura de Maduro que los medios serviles de Estados Unidos intentan instalar.

El abstencionismo es un fenómeno que debe ser combatido con educación cívica donde los partidos políticos tienen una gran misión para reencantar a las nuevas generaciones.

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