No existen credos ni religiones, solo un espíritu
Hablemos de creyentes, ateos y la meditación
Mientras los creyentes encierran cualquier posibilidad de expansión más allá de su dogma, los ateos truncan su potencial al no entregarse a si mismos al flujo de la existencia. En medio de ellos, aparecen las personas que sin ningún tipo de clasificación han comenzado a despertar su espiritualidad, utilizando en muchos casos la meditación ya que esta nos desinfla el ego redundante y apacigua los condicionamientos que podrían ser dañinos para una libertad más plena.