11 cosas vergonzosas que hacen tus papás en Facebook

Muchos tardamos años en aceptar a nuestras mamás en Facebook… muchos pensábamos que sería el fin del mundo si les dábamos acceso a la privacidad de nuestras redes sociales y nuestras fotos en la fiesta.

Debido a que Facebook no discrimina edad superior de sus usuarios, todo el mundo tiene un perfil. Mis papás se han puesto especialmente activos últimamente, por lo que me inspiraron a escribir, en colaboración con una Purpurette honoraria, Denisse Silva, las peores cosas que hacen los papás de una generación mayor a nosotros en Facebook… ¡no te ofendas Ma!

Hoy en día estamos conectados 24/7 y en un desesperado intento por no perder contacto con nosotros, nuestros hermosos padres poco a poco se han ido familiarizando con las nuevas formas que tenemos para comunicarnos los #ChavitosBien y de un momento a otro ni saber ni cómo ni por qué te das cuenta que eres parte de un grupo en Whatsapp que se llama: “Ohana significa Familia” en el que tu tía Nena y tu mamá protagonizan una guerra campal que consiste en ver quién se despierta más temprano para enviar antes que nadie la imagen motivacional del día… y es que por mejores intenciones que tengan, tener a tus papás agregados a cualquier red social es ni más ni menos, el inicio del Apocalipsis.

A continuación les compartimos las cosas más simpáticas que hacen nuestros papás en Facebook y demás herramientas electrónicas:

1. No saben usarlo.

Mi mamá generalmente me dice que “Romina le mandó fotos” o que por qué mis amigos le mandan comentarios de sus borracheras – o sea, que lo ponen en sus cuentas personales, y como ella lo ve, cree que se lo mandaron. Otro común error es cuando le pregunto por qué pone cadenas de ángeles, brujitas que te harán millonario y demás propaganda religiosa, a lo que responde, “¡Yo no puse eso! Sólo lo compartí”.

2. Aprovechan cualquier oportunidad para demostrar su amor… y para hacernos quedar en ridículo.

Mi mamá, también, cada vez que ve una foto en la que salgo, así sea en el Facebook de un familiar nuestro o en el de la Revista Quien, aprovecha para dejarme un comentario de amor, diciendo que qué guapo estoy y me quiere mucho, y no olvide hablarle al rato para ponernos de acuerdo de la comida del domingo. También es la culpable de dejarme en ridículo, no olvidemos su participación estelar en el post Las 18 peores modas de la historia:

O qué opinan de esto, que EVIDENTEMENTE ya son ganas de hacerme quedar mal:

Mi mamá, troyeando el Internet desde el 2014.

3. Regañarte.

He visto fotos de Sofía Santibañez en la peda, donde su mamá amablemente le comenta “Ay mijita, no sueltas el vaso por nada del mundo…”.

4. Usarlo como el newsletter familiar a pesar de que no tenga nada que ver con tu familia.

En una foto de perfil, por ejemplo, varios tíos te comentan que “qué gusto que estés tan bien, mándale saludos a tus papás”. Tío, mis papás también tienen Facebook, y le acabas de dar like a algo que puso. Los saludos se los podrías escribir en su perfil y no en esta foto donde estoy “tan bien” porque claramente me pasé de Photoshop.

5. Echarse de cabeza ellos solitos.

Debido a la falta de práctica, los usuarios más recientes de Facebook no entienden del todo la app en su celular… por lo que a veces comparten links o comentarios que no deben. Por ejemplo, una familiar seguramente se confundió mucho recientemente, y escribió en mi wall www. recetas para bajar la lonja trasera.com … O se confundió mucho, o me estaba haciendo bullying.

6. Taggearte en fotos donde no sales.

No, Tía Malena, no soy ese bebé recién nacido, que está bien pinche.

7. Taggearte en fotos donde sí sales, pero no hay que ser.

No quiero que el mundo se entere de que de pequeño era una ratita mojada con camisetas de los Looney Toones.

8. No tener restricciones para la solicitud de amistad.

Típico, estás muy contento echando el jiji jajaja, stalkeando a la ex de tu novio, viboreando a tus compañeritas de trabajo y de repente ¡ZAZ CULEBRA!: “Nena de la Vega, te ha enviado solicitud de amistad”, apagas la computadora, desconectas el módem, te echas agua fría en la cara, buscas el librillo de tu primera comunión y rezas todas las oraciones de las que te acuerdas, le ruegas a Baby Yisus que sea un error de Zuckeberg, vuelves a prender la computadora, abres FB esperando que la solicitud haya desaparecido misteriosamente; pero no tienes tanta suerte, ahí sigue así que decides ignorarla; pasa una semana, pasan dos y cuando ya casi lo habías olvidado recibes una llamada: “Bebé, no has aceptado mi solicitud de amistad en el “feis” que mala onda, ¿por qué no quieres ser amiga de tu tía favorita?” empiezas a sudar frío, estás más incómodo que Donald Trump en una noche mexicana, no sabes qué contestar así que finges demencia: “Ahhh, no me ha llegado nada, tía Nena, luego checo”. Tu tía en súper fresh: “No te preocupes cielo, te la vuelvo a mandar, besitos, te amo”.  Cuelgas y te das cuenta que no hay marcha atrás, te habló específicamente para eso y no puedes más que “picarle” en ACEPTAR. A partir de este momento todo cambia… tu vida en línea no vuelve a ser la misma, modificas la configuración de privacidad, metes a tu mamá al grupo que sólo puede ver tu foto de perfil, lloras y tratas de seguir con tu existencia.

9. Se sienten cool (para Facebook, pero especialmente para Whatsapp): de repente tu mamá descubre que existen los emoticones y tu… pues te quieres morir DESCRIPCIÓN GRÁFICA:

10. Ya que estamos en eso del WhatsApp…

Se creen todo lo que les mandan, y no dudan en incluirte en la cadena.

11. Te dan “toques”.

Cuéntenme qué hacen sus papás en Facebook, que a veces les dan ganas de borrarlos… pero luego se les olvida porque los quieren mucho, y porque quieren que les den un regalo de cumpleaños muy grande… ¡Hola, ma’!

Si les late la forma de escribir de Juan Pablo… ¡síganlo en Instagram!

por ActitudFem. visto en Swagger