Cuatro cosas totalmente gratis y que te van a hacer mucho más feliz

1. Haz una lista de las cosas que te gustaron durante el día: No tienen que ser grandes cosas, pueden ser cosas muy pequeñitas que a ti te gusten. A mí me gusta cuando veo señoras muy adultas caminando del brazo porque pienso que son amigas de siempre, o cuando despierto en medio de la noche y todavía quedan horas para dormir.

Si el ejercicio es constante, la valoración que le vas a dar a tu vida cotidiana será cada vez más positiva, y vas a estar mucho más satisfecho.

Este mismo propósito lo intentó el movimiento de social media 100 happy days, en donde se instaba a los usuarios a tomar fotos a las cosas que los hacían feliz durante esa cantidad de días. No podemos saber si muchas personas terminaron el desafío, ni cuantos fueron más felices. Lo que sí sabemos es que muchos de ellos aprendieron las cosas que les gustaban acerca de sus propias vidas, fueron capaces de conocerse mucho más y de pegarse el cacho acerca de lo bendecidos que estaban de tener algo por qué ser feliz día tras día.

A veces la vida es eso, pasarlo bien un rato. Y dejarlo así.

2. Somos lo que pensamos. Así que asegúrate de que tus pensamientos sean tan o más saludables que tus hábitos. Piensa diferente. Perdónate. Piensa positivo.

A todos nos atormenta algo o alguien antes de dormir. A todos nos atormentan los ¿Qué hubiese pasado?… Y si yo hubiese hecho tal cosa, y si le decía, y si me callaba… Pero nada. Lo hecho está hecho y ya no se puede llorar sobre la leche derramada. Tú puedes ordenar tus propios pensamientos. Tu puedes callar a esa voz que te dice que no eres demasiado bueno para algo o que alguien es demasiado para ti. Tú eres suficiente, y si aún no lo eres, lo serás. Y lo entiendo, es inevitable que el pájaro de la tristeza se pose sobre tu cabeza, pero ciertamente puedes controlar a que se quede y anide en tu cabellera.

3. Quiérete mucho. Quiérete tanto como para tener citas contigo.

A modo de sugerencia: es muy positivo que te introduzcas en actividades artísticas, aunque no seas precisamente un artista. Porque este tipo de actividades (Escribir, pintar, tejer, leer poesía, hacer poesía, cocinar, etcétera) te conectan contigo y son una posibilidad de tener conversaciones productivas de ti hacia ti, y de distinguir lo primordial de lo accesorio. Conócete. Date cuenta de las cosas que te gustan y de las que haces por inercia: Quizá cuantas personas andan por ahí sin tener una idea siquiera de lo que quieren o esperan de su vida y que gustan de las cosas que les gustan a todos y que se ríen de las cosas que se ríen todos.

No seas otro de ellos, tú puedes construir tus propias cosas. La vida cambia el día en que te das cuenta de que vivir la vida que tú quieres vivir es mucho más fácil cuando te vas acercando de poco a ella. Eso nos lleva a nuestro último punto:

4. Acerca tu futuro a tu presente. Visualiza a la persona que quieres ser, en quién quieres convertirte, imagina que eres una persona a la que te encantaría conocer.

Y vístete para la vida que quieres, no para la vida que tienes. Viste la ropa que la persona en que te quieres convertir vestiría. Conserva a los amigos que la persona que quieres ser conservaría y haz las actividades que esta persona haría, lee los libros que le enseñarán a esta persona a ser quien es, y acerca tu futuro al presente. Es mucho más fácil de lo que parece.