Por qué en días con mucha humedad nos duelen los huesos y qué hacer para prevenirlo

El vínculo entre el estado del tiempo y la salud tiene una razón científica que va mucho más allá de un mito popular

Por Ciudadano

21/05/2017

Publicado en

Tendencias

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El vínculo entre el estado del tiempo y la salud tiene una razón científica que va mucho más allá de un mito popular. Los días en que hay un alto porcentaje de humedad o variaciones bruscas en la presión atmosférica efectivamente tienen una acción sobre el cuerpo. La reacción se traduce en dolor en las articulaciones, mayor sensibilidad en algunas cicatrices y hasta jaquecas.
La disciplina especializada que aborda estos temas se conoce como biometeorología y se define como la rama de la ciencia que estudia la influencia de los factores climáticos sobre los seres vivos.

No todas las personas reaccionan por igual frente a los cambios atmosféricos. Los especialistas estiman que entre un 30 y un 50 % de la población es meteorosensible. Estas personas son particularmente receptivas a los albures climáticos, percibiendo antes que otras los futuros cambios de tiempo.

huesos y humedad

Lo que percibimos aunque sea invisible a los ojos

Electricidad dentro y fuera

Dentro del cuerpo humano hay comandos eléctricos; la sensibilidad en sí misma se basa en la transmisión de corriente eléctrica de un sitio a otro del organismo.

Interacción con la tormenta

Cuando en la atmósfera aumenta la concentración de iones (partículas eléctricas) los receptores nerviosos del cuerpo las captan y pueden aumentar su sensibilidad. El olor a pasto recién cortado que se percibe cuando está por llover es olor a los iones del ozono.

Por qué duelen las cicatrices

Ese aumento en la sensibilidad de los receptores del cuerpo hace que las viejas lesiones que en condiciones normales duelen moderadamente, en días de tormenta o mucha humedad puedan volverse algo difícil de tolerar.

La baja presión también influye

Una caída en la presión atmosférica (la que ejerce el aire sobre la Tierra) puede anteceder en hasta cinco o seis horas el arribo de la lluvia. El cuerpo lo percibe y por eso duele.

Si bien algunas personas pueden experimentar dolor óseo con los cambios climáticos, sobre todo aquellos que hayan sufrido una fractura previa, la mayoría de las veces el dolor no es a nivel del hueso sino que es a nivel de las articulaciones, lo que en medicina se denomina artralgia.

Qué hacer para prevenir los dolores en días de mucha humedad

– La duración de los dolores dependen de lo que dure el mal tiempo. Es importante que las personas con este problema eviten realizar actividad física intensa en los momentos de mayor dolor.

– Se aconseja no comer mucha carne porque las proteínas potencian la reacción. En su lugar, comer frutas y mucha verdura.

– Incorpora siempre que puedas fuentes vegetales de calcio para reforzar tus huesos. Existen alimentos de origen vegetal que pueden aportarte los 1.000 mg de este mineral que necesitas consumir diariamente.

– Evita mantener mucho tiempo la ropa mojada. Si ha llovido y te has mojado, aunque hayan sido cuatro gotas, es mejor que te cambies de ropa inmediatamente. La humedad asociada al frío, además de ser causa de mayor dolor, puede ocasionarte enfriamientos que harán que tu artritis empeore.

– Es importante que mantengas una temperatura constante. En invierno una sudoración excesiva y el cambio brusco de temperatura puede provocar tortícolis y enfriamientos y hacer que la artritis se vuelva más fastidiosa.

– Si durante los días más fríos tienes más molestias de las habituales, puedes probar a aplicar calor en las articulaciones afectadas. Este debe ser seco (por ejemplo el de una manta eléctrica). No lo uses durante mucho tiempo: cinco o diez minutos como mucho será más que suficiente.

– Se debe consultar al médico cuando los síntomas se prolonguen, en caso de que se observen hinchazón o enrojecimiento de las articulaciones o si al dolor se asocian síntomas como fiebre o pérdida de peso.

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