En medio de una creciente escalada bélica en Medio Oriente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, endureció su postura frente a Irán al lanzar un mensaje claro y contundente: no aceptará soluciones parciales y exige una rendición sin condiciones del régimen iraní.
A través de varias publicaciones en su red social Truth Social, Trump advirtió que la paciencia de Washington se está agotando ante los ataques con misiles lanzados por fuerzas aliadas a Irán, los cuales han puesto en riesgo tanto a civiles como a tropas estadounidenses desplegadas en la región.
El mandatario dejó entrever que Estados Unidos mantiene vigilancia directa sobre el líder supremo iraní, a quien consideró vulnerable, aunque aseguró que, por ahora, no ha dado la orden de tomar acciones letales en su contra. Esta afirmación, en tono amenazante, resalta el nivel de monitoreo y presión al que ha sido sometido Teherán en los últimos días.
En otro mensaje, Trump destacó la superioridad aérea estadounidense sobre el territorio iraní, asegurando que las fuerzas armadas de su país dominan completamente el espacio aéreo del adversario. Subrayó que, pese a que Irán posee equipamiento defensivo avanzado, este no se compara con la tecnología militar estadounidense.
La exigencia de una “rendición incondicional” fue el cierre de su serie de declaraciones, dejando en claro que no busca una negociación tradicional, sino una capitulación total que ponga fin definitivo al conflicto.
Horas antes, durante su retorno de emergencia desde la cumbre del G7 en Canadá, Trump reiteró que no está interesado en negociar una simple pausa temporal en el conflicto. Según explicó, su objetivo no es alcanzar un alto el fuego, sino lograr una solución duradera y definitiva, lo cual implicaría la completa retirada de Irán del escenario bélico.
La decisión de abandonar prematuramente la cumbre del G7 fue interpretada como una señal clara de que la Casa Blanca está considerando medidas más agresivas. Ya de regreso en Washington, el presidente convocó una reunión urgente con su equipo de seguridad nacional en la Sala de Situación.
Desde su red social, Trump también desestimó las versiones que apuntaban a posibles acercamientos diplomáticos con Irán. Explicó que no ha hecho ningún intento por iniciar conversaciones de paz y que, si el régimen iraní desea dialogar, “sabe dónde encontrarlo”. Dejó entrever, además, que una oportunidad anterior para llegar a un acuerdo fue rechazada por Teherán, lo que —a su juicio— costó muchas vidas innecesariamente.
Estas declaraciones se producen en un contexto extremadamente volátil. Días atrás, Israel lanzó una ofensiva de gran envergadura contra objetivos estratégicos en Irán, incluyendo instalaciones nucleares, fábricas de misiles y centros militares. La respuesta iraní fue inmediata: el lanzamiento de drones y misiles sobre territorio israelí.
Aunque muchos de estos proyectiles fueron interceptados, el intercambio abrió una nueva fase de confrontación directa entre ambos países, que ha llevado a Estados Unidos a adoptar una posición cada vez más cercana al conflicto, aunque formalmente se ha mantenido en un rol defensivo.
Véase también: Eric Trump y la política del miedo: «Si México atacara a EE.UU., sería decapitado en cuatro segundos»
Por ahora, Washington no ha confirmado participación activa en ataques, pero Trump fue enfático: si Irán ataca intereses estadounidenses, la respuesta será «dura y sin rodeos».
Foto: Redes
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