Reforma agrava la crisis: denuncian precarización de adolescentes y trabajadores tras transformación de SENAME

La Asociación Regional Metropolitana de Trabajadoras y Trabajadores de SENAME (ARMETRASE) alerta sobre un empeoramiento de las condiciones en el nuevo Servicio de Reinserción Social Juvenil.

Reforma agrava la crisis: denuncian precarización de adolescentes y trabajadores tras transformación de SENAME

Autor: Ivette Barrios

La Asociación Regional Metropolitana de Trabajadoras y Trabajadores de SENAME (ARMETRASE) alerta sobre un empeoramiento de las condiciones en el nuevo Servicio de Reinserción Social Juvenil.

El dirigente de ARMETRASE, Gonzalo Marín, reveló que la transformación del Servicio Nacional de Menores (Sename) al nuevo Servicio de Reinserción Social Juvenil, que se está implementando actualmente en las regiones de la zona centro, está generando una mayor precarización para los jóvenes y trabajadores.

Marín detalló que esta situación se agrava debido a la: «subsistencia de problemáticas históricas de índole material como la infraestructura (condiciones sanitarias, habitabilidad, emplazamiento territorial, hacinamiento, entre otros), pero también en los modelos de gestión», señala, lo que impide avances reales en el bienestar integral y la reinserción social de los jóvenes infractores de ley.

Según el dirigente, la existencia de dos autoridades, la saliente de Sename y la entrante del nuevo servicio, genera una permanente incertidumbre en la toma de decisiones. Añade que el siguiente equipo: «adolece de un conocimiento superficial de las condiciones en las que se encuentran los centros y de la realidad que vivencian en lo cotidiano los jóvenes y trabajadores del servicio», asegura. Esta falta de conocimiento se ha evidenciado en las regiones donde ya se implementó el cambio, continuando los problemas sin solución, y para ARMETRASE, este cambio es solo de nombre, no una modificación concreta que genere condiciones de bienestar y reinserción social para los jóvenes.

El dirigente sindical acusa que esta situación tiene relación con que una parte de quienes conforman el equipo a cargo del nuevo servicio: «son también quiénes estuvieron a cargo de la implementación del modelo de residencias familiares y el servicio Mejor Niñez», declara. Marín sostiene que este proceso «ha dejado en evidencia los estragos que causa una política pública cuyo fundamento de garantizar derechos es sólo declarativo”, asegurando que en realidad priman los intereses ajenos al mandato institucional.

También es tajante al señalar que: «no es posible decir que la institucionalidad Sename o del servicio reinserción juvenil garantice derechos sindicales», por el contrario, lo ve como una contradicción, asegurando que lo que hacen es «perseguir sistemáticamente a quienes denuncian los atropellos a las condiciones básicas que deben procurarse a los jóvenes y también respecto a los derechos laborales de los funcionarios, cómo es nuestro caso como ARMETRASE».

Como ejemplo de esta persecución, Marín mencionó los sumarios administrativos «contra los dirigentes que apoyamos y nos comprometimos con la legítima reclamación de los trabajadores», posterior a la movilización realizada el año pasado en San Joaquín. Dicha movilización denunciaba las condiciones de habitabilidad en que se encontraban algunas unidades donde permanecían jóvenes imputados, donde los servicios sanitarios estaban colapsados y con permanentes filtraciones de humedad, y con varios jóvenes sin colchones. Estas condiciones generaron “reacciones por parte de la Corte de Apelaciones de San Miguel y del Instituto Nacional de Derechos Humanos que requirieron al servicio por estas condiciones», agrega.

Los sumarios administrativos son, según él, la principal forma en la que SENAME ha desarrollado una estrategia de acoso sistemático hacia los dirigentes de ARMETRASE, no solamente en el actual periodo, sino desde que surgió la organización en 2015, pagando los costos incluso con desvinculaciones de dirigentes anteriores. Estas acciones: «buscan amedrentar y silenciar cualquier crítica que surja como una reacción frente a la gravedad de estas condiciones», afirma.

Para Marín, la principal barrera es el cuoteo político de la dirección del servicio qué hace cada gobierno de turno, y que en el plano de las organizaciones sindicales, se traduce en que estas son compradas o se vuelven cómodas, olvidando las razones de su origen. El dirigente concluye que la mirada de: «subsidiariedad enajenada y falaz, incapaz de materializar bienestar» del Estado chileno es el principal desafío político-ideológico a enfrentar.


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