Amplio rechazo a proyecto vial que talaría 96 araucarias, declaradas monumento natural y especie en peligro
La Corporación Nacional Forestal (CONAF) autorizó formalmente la tala de 96 araucarias milenarias en la región de La Araucanía. A través de las resoluciones N° 594 y 595 emitidas el 18 de julio, se permite la corta de 39 ejemplares en el tramo Liucura-Icalma y 57 en Icalma-Melipeuco, como parte del proyecto vial Ruta S-61.
Las obras buscan pavimentar la ruta con concreto asfáltico, mejorar la conectividad y fomentar el turismo. Sin embargo, afectarán directamente una especie catalogada como Monumento Natural y clasificada como «en peligro» por el Ministerio del Medio Ambiente e IUCN. El proyecto contempla la tala directa de 96 ejemplares y la alteración del hábitat de más de 1.700 árboles adicionales.
Como compensación, han señalado que se plantarán 3.648 nuevas araucarias en la Reserva Nacional Alto Biobío. No obstante, expertos advierten que estas medidas no reemplazan el valor ecológico de los ejemplares centenarios ni su regeneración extremadamente lenta. Además, aunque se instruye informar a las comunidades pewenche para ceremonias tradicionales previas, no se contempló una consulta indígena vinculante.
El Lof Pewenche de Quinquén repudió públicamente la tala en su territorio ancestral, denunciando el impacto espiritual y ambiental. En su comunicado del 28 de junio de 2025, declararon: «Repudiamos profundamente la noticia […] Esta acción es profundamente dolorosa para nuestra comunidad y nuestros Ta ke che […] El Pewen es nuestra madre que ño fi ña del a Moñiwe (vida) Ñguilliu (piñón-alimento)». Aclararon que, pese a no oponerse al progreso, exigen respeto a su cosmovisión y derechos.
Ver comunicado público:
Por su parte, la Comunidad Kudü Mahuida – Lof Icalma, en su pronunciamiento del 27 de julio de 2025, expresó: «Repudiamos la tala de araucarias […] el pewen no solo representa un árbol nativo, sino que es parte esencial de nuestra espiritualidad, cosmovisión y forma de vida. El pewen es vida, alimento, sabiduría y legado». Reiteraron que no rechazan el asfaltado, pero demandan ejecución consciente del proyecto.
Ver comunicado (Radio Kurruf)
Ambas comunidades invocaron derechos internacionales. Quinquén enfatizó: «Conservar nuestras reservas naturales y sagradas […] es un derecho humano básico, reconocido por tratados como el Convenio 169 de la OIT». Kudü Mahuida añadió un llamado a las autoridades: «Establecer espacios de diálogo real y transparente […] solo con participación activa de nuestras comunidades se podrá avanzar hacia soluciones que beneficien a todos».
Critican la visión central del Estado. Quinquén señaló: «Se supone que CONAF debería velar por los intereses de conservación y respeto a la historia de los pueblos originarios», acusando a «compañías forestales monocultivo que amenazan nuestro Itrofil mogen». Kudü Mahuida reafirmó su compromiso «con la defensa del pewen, del territorio y del buen vivir».
La Araucaria araucana es un símbolo del sur de Sudamérica y clave en la cosmovisión mapuche. Su tala, justificada legalmente como «interés nacional», genera profundas preguntas sobre el desarrollo y el costo del progreso.
La tala de araucarias atenta contra la biodiversidad, la memoria viva de los territorios
La Cooperativa LEMU, manifestó este 1 de agosto: “Manifestamos nuestro absoluto rechazo a la decisión de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) de autorizar la tala de ejemplares de araucaria araucana, especie sagrada para los pueblos originarios, protegida por ley como Monumento Natural y clasificada en estado de vulnerabilidad”.
Agrega: “La tala de araucarias atenta contra la biodiversidad, la memoria viva de los territorios y los esfuerzos colectivos por restaurar y proteger los ecosistemas nativos. La araucaria no solo es símbolo de resistencia y sabiduría ancestral, sino también una especie clave en la regeneración ecológica de nuestros bosques”.
En otro punto, señala: “Llamamos a las autoridades a revertir esta decisión de forma inmediata y a abrir espacios reales de diálogo con las comunidades locales, científicas y organizaciones socioambientales que por años hemos trabajado por la conservación de este árbol milenario”.
¿Cómo es posible?
Desde el sur, Defendamos Patagonia también se refirió a estos hechos, calificándolo de: “CRIMEN AMBIENTAL Y ECOLÓGICO”, indicando que las obras, “afectarán directamente una especie catalogada como Monumento Natural y clasificada como “en peligro” por el Ministerio del Medio Ambiente e IUCN (…) L lamamos al Gobierno al presidente Boric y ministra Rojas a detener este crimen ambiental”
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