Archivo: Cuando los pobladores de Cerro Navia sacaron a piedrazos a Pinochet de su población un 11 de septiembre de 1988

El concejal de la comuna de Cerro Navia, Sebastián Caiceo, recordó en sus redes sociales uno de los momentos más complejos que le tocó vivir al dictador Augusto Pinochet un 11 de septiembre de 1988, cuando una multitud de pobladores de dicha comuna de la Región Metropolitana, lo sacó a piedrazos de su población.

Archivo: Cuando los pobladores de Cerro Navia sacaron a piedrazos a Pinochet de su población un 11 de septiembre de 1988

Autor: Absalón Opazo

El concejal de la comuna de Cerro Navia, Sebastián Caiceo, recordó en sus redes sociales uno de los momentos más complejos que le tocó vivir al dictador Augusto Pinochet, un 11 de septiembre de 1988, cuando una multitud de pobladores de dicha comuna de la Región Metropolitana, lo sacó a piedrazos de su población.

El edil compartió en su publicación dos piezas periodísticas que a estas alturas, son de culto: la cobertura del diario La Época sobre los hechos.

«Incidentes tras visita de Pinochet a Cerro Navia», tituló La Época en su edición del martes 12 de septiembre de 1988, entregando en sus páginas interiores una crónica detallada de los incidentes, que se originaron tras una anunciada visita del dictador a partidarios del «Sí» en el gimnasio municipal de la comuna, con miras al plebiscito de octubre de ese año. Esto motivó la protesta espontánea de los pobladores del sector.

La nota parte denunciando la brutal golpiza que sufrió un adolescente de 16 años que solo por ondear una bandera del PPD, partido opositor a la dictadura en ese entonces, fue perseguido y agredido por una patrulla de carabineros: «Lo golpearon y abandonaron en la misma calle, desde donde fue recogido por familiares y trasladado a una posta de urgencia», se lee en el reporte.

La respuesta no se hizo esperar y, agrega la crónica de La Época, la patrulla que agredió al joven «resultó con su parabrisas roto por las pedradas de los contramanifestantes». Como los incidentes iban en aumento, y las piedras ya empezaban a herir a algunos uniformados, los policías pidieron inmediatos refuerzos, llegando incluso unidades de boinas negras del Ejército.

«No obstante, los pobladores no se dispersaron y una lluvia de piedras recibió al general Pinochet, quien arribó a las 17,25 en una camioneta cerrada», agrega la crónica periodística, consignando además que alrededor de 3 mil personas aguardaban a Pinochet en el gimnasio municipal.

«Según el cronograma de la fiesta, conmemorativa del 11 de septiembre, habría dos oradores: un poblador y una joven, para finalmente hacer uso de la palabra el Jefe de Estado, quien además debía compartir la once con dos familias en una misma mesa (…) Sin embargo, la actividad fue frustrada por el clima que se vivía en el exterior», se lee en la nota, que concluye señalando que Pinochet «abandonó la recepción a los pocos minutos de haber llegado».

Lee la nota completa a continuación:

Sigue leyendo:

El Ciudadano


Reels

Ver Más »
Busca en El Ciudadano