Una de las propuestas más polémicas de la candidatura de Kast es un recorte en el presupuesto público de seis mil millones de dólares, que a mediados de octubre subió a 21 mil millones, a concretar durante su gobierno. Así fue prometido por el presidente del Partido Republicano, Arturo Squella, quien argumentó que gran parte de dichos recursos se obtienen despidiendo “funcionarios políticos”.
A los pocos días, en una calculada columna, el asesor más íntimo de Kast, el abogado Cristián Valenzuela, tildó a todos los políticos desde la UDI al PC de parásitos, denunciando un “Estado podrido”, que define como “un cuerpo hinchado, lleno de parásitos que viven de él, lo drenan y se reparten sus restos”.
Valenzuela incluso reprodujo la retórica del fallido Javier Milei en su carrera por llegar a la presidencia argentina, acusando a todos sus oponentes de ser parte de una ‘casta política’. “El verdadero enemigo del país no es el recorte fiscal. Es la casta política que trabaja para evitarlo”.
Sin embargo, el mismo Valenzuela entra dentro de la categoría de parasitismo que describió, habiendo estado durante 20 años a la sombra de instituciones estatales. Su currículum destaca que partió siendo jefe de gabinete del diputado Rodrigo Álvarez (UDI), quien, al ser nombrado subsecretario de Hacienda en el primer gobierno de Sebastián Piñera, se lo llevó a trabajar en el mismo cargo, plato que se repitió cuando Álvarez fue nominado como ministro de Energía. Según destapó Ciper Chile, durante el segundo gobierno de Piñera fue asesor de la Dirección de Presupuestos entre 2018 y 2022, asumiendo luego como asesor del subsecretario de Hacienda, Francisco Moreno (UDI), entre enero y abril de 2020. En diciembre del mismo año realizó una asesoría para el Ejército de Chile.
Ciper además resaltó que Valenzuela integra desde el 2018 el panel de profesionales del Sistema de Alta Dirección Pública, encargado de seleccionar a los más importantes cargos del servicio civil. Desde el 2022 a la actualidad, Valenzuela participó en al menos 20 nombramientos de cargo dentro del aparato estatal. Su remuneración depende de las sesiones en las que asiste, las que pueden arrojar un ingreso máximo de 60 UF ($2.340.000) por mes.
Tampoco Valenzuela ha desaprovechado las campañas electorales para aumentar sus ingresos. Interferencia dio cuenta que, durante la última campaña presidencial, en calidad de principal estratega de José Kast, rindió boletas de honorarios por al Servicio Electoral por 24,4 millones de pesos y realizó otra asesoría a su Partido Republicano por $9,2 millones.
Su jefe directo, José Kast, también ha hecho fortuna desempeñando cargos en el Estado. Primero como concejal de la comuna de Buin (1996−2000) y luego como diputado durante cuatro periodos consecutivos (2002−2018). Es decir, gozó de las regalías de la dieta parlamentaria, sueldos para pagar asesores, vales de combustible, teléfono y oficinas durante 16 años a cargo de los contribuyentes. Como destacó el periodista Daniel Matamala, Kast “se ha dedicado por 30 años a la política, pero no es parte de esa casta política”.
El Partido Republicano tiene 13 diputados, 8 alcaldes, 60 consejeros regionales y 233 concejales, entre otros cargos en el Estado. Para Kast, ellos no forman parte de la casta, una narrativa archiconocida.
Por Mauricio Becerra Rebolledo
