Honduras cumplió el domingo dos semanas desde la celebración de las elecciones generales del pasado 30 de noviembre, sin que el país centroamericano cuente aún con resultados oficiales, en un contexto marcado por denuncias de fraude, falta de transparencia, cuestionamientos al proceso de conteo y acusaciones de injerencia de por parte del presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Donald Trump.
En medio de los señalamientos y alertas sobre un «golpe electoral en curso», se registró la paralización del sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), que no publica información desde el pasado 5 de diciembre. A la par, el Consejo Nacional Electoral (CNE) se mantiene silencio desde hace varios días.
Ante este escenario de incertidumbre y crisis de credibilidad, el miembro del Consejo Electoral Nacional (CNE) de Honduras, Marlon Ochoa, levantó la voz para denunciar un recuento limitado de los votos. y advertir que si «no se verifica todo, no se puede pedir confianza ciega en el resultado”.
Denunció que la medida aprobada por otras dos consejeras (Ana Paola Hall y Cossette López) se limita apenas a 1.081 actas presidenciales, una cifra muy baja en comparación del total de 19.167 actas emitidas y con el nivel de irregularidades detectadas en el sistema y en consecuencia exigió que se realice un recuento voto por voto.
«Denuncia pública: propuse en sesión de Pleno realizar el conteo voto por voto del nivel presidencial en las 19.167 JRV (Juntas Receptoras de Votos) ante las escandalosas inconsistencias documentadas», indicó Ochoa en un mensaje compartido en su cuenta en la red social X.
“Tal como advertí, las consejeras decidieron por mayoría únicamente realizar el escrutinio especial en 1.081 actas (5.6% del total de actas)”, acusó.
En un mensaje anterior, Ochoa detalló que un total de 17.036 actas presenta algún tipo de inconsistencia. Desglosando este número planteó que 14.073 actas muestran serias inconsistencias con los datos arrojados por el sistema de identificación biométrico, lo que pone en duda la identidad de los votantes registrados o la validez del sufragio.
Además de las fallas biométricas, otras 1.882 actas registran falta de firmas, inconsistencias de suma o que no han sido recibidas, lo que suma dudas sobre la manipulación o fraude en el proceso electoral hondureño.
«Debemos cumplir nuestra responsabilidad con la transparencia»
Tras estas irregularidades, el consejero ratificó que debe efectuarse un recuento voto por voto del nivel presidencial de todas las actas de las elecciones del 30 de noviembre pasado,
«Mi postura es que debe practicarse el conteo especial voto por voto de oficio en todas las actas presidenciales, pero especialmente aquellas actas que presentan inconsistencias».
«Debemos cumplir nuestra responsabilidad con la transparencia». subrayó.
Ochoa advirtió que “si el CNE no está dispuesto a verificarlo todo, no está en posición de pedirle al pueblo que confíe ciegamente en el resultado”.
Denuncia de fraude electoral
Cabe recordar que tanto la candidata del Partido Libertad y Refundación (Libre), Rixi Moncada, como Salvador Nasralla, del conservador Partido Liberal, han denunciado «robo» y «fraude» ante las múltiples irregularidades detectadas en el proceso electoral, por lo que han demandado al CNE un recuento minucioso y certero que incluso se haga voto por voto del total de las actas
Por su parte el Ministerio Público (MP) de la nación centroamericana presentó el pasado jueves tres nuevos audios filtrados que, según la institución, contienen la voz de la consejera del CNE) Cossette López Aguilar, dando instrucciones sobre un supuesto patrón de manipulación de actas y expresando preocupación por filtraciones.
En uno de los fragmentos más reveladores de los audios, se escucha una voz que hace referencia a un patrón de control sobre las actas electorales: «Una sí, una no». También se menciona la supuesta existencia de actas «manchadas» y una clara preocupación por filtraciones: «¿Cómo hacen eso?»,s e escucha en el registro.
En otro segmento, la voz atribuida a López Aguilar expone una estrategia para después de la declaratoria de resultados: «Dagoberto dijo que sí se puede investigar y que presentaremos una denuncia ante Derechos Humanos por espionaje. Una vez pasemos esta etapa y tengamos la declaratoria, vamos a denunciar para que se investigue de dónde están obteniendo información y por qué se está filtrando todo».
Proceso electoral manchado por la injerencia de Trump y el «crimen organizado»
En paralelo, la Comisión Permanente del Congreso de Honduras denunció la existencia de un “golpe electoral en curso” y advirtió que no validará los resultados de los comicios calificándolos como “manchados por presiones internas y externas”.
El órgano legislativo, a través de un comunicado oficial, desglosó una serie de irregularidades que, a su juicio, invalidan el proceso. La denuncia abarca desde presiones externas e internas hasta fallas técnicas y reformas administrativas que habrían facilitado la manipulación de actas.
La comisión condenó la injerencia del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, con base en las publicaciones que compartió en su cuenta de X a 72 horas de las elecciones en las que amenazó y coaccionó a los ciudadanos hondureños, alterando el libre ejercicio del sufragio.
El inquilino de la Casa Blanca afirmó que no colaboraría con Honduras en caso de que la candidata presidencia del partido Libertad y Refundación (LIBRE), Rixi Moncada, resultara electa, por lo que condicionó su apoyo económico a una victoria de la oligarquía y su candidato Nasry ‘Tito’ Asfura, del conservador Partido Nacional.
Asimismo, anunció que otorgaría un indulto al mandatario hondureño Juan Orlando Hernández, condenado por la justicia estadounidense a 45 años de prisión por delitos de narcotráfico.
Asimismo, la instancia ratificó que el Congreso Nacional no validará un «proceso manchado por presiones internas de estructuras del crimen organizado vinculadas al narcotráfico, maras como MS-13, 18 entre otras».

