En una conferencia de prensa este jueves, un portavoz del Ministerio de Defensa Nacional calificó el reporte anual estadounidense como una interferencia grave y una distorsión maliciosa de las políticas de defensa de China.
BEIJING, 26 dic (Xinhua/ElCiudadano) — El Ministerio de Defensa Nacional de la República Popular China expresó hoy su «fuerte insatisfacción y firme oposición» ante la publicación de un informe del Departamento de Defensa de Estados Unidos sobre los avances militares chinos, al que acusó de exagerar deliberadamente la llamada «amenaza militar de China» para engañar a la comunidad internacional.
El portavoz del ministerio, Zhang Xiaogang, realizó estas declaraciones en una rueda de prensa en respuesta a las consultas de los medios sobre el «Informe Anual del Departamento de Defensa de EE.UU. sobre el Desarrollo Militar y de Seguridad de la República Popular China (2025)«.
«Al publicar este tipo de informes cada año, Estados Unidos interfiere gravemente en los asuntos internos de China, distorsiona maliciosamente la política de defensa nacional de China y exagera deliberadamente la supuesta ‘amenaza militar china’«, afirmó Zhang, según el comunicado oficial difundido por el ministerio.
El vocero defendió la postura de Pekín, reiterando que China se adhiere consistentemente a una política de defensa nacional de naturaleza exclusivamente defensiva y aplica una estrategia militar de defensa activa.
«El desarrollo de las fuerzas armadas chinas tiene como objetivo salvaguardar la soberanía nacional, la seguridad y los intereses de desarrollo, y es una contribución positiva a la paz y la estabilidad mundial», aseveró Zhang.
Un llamado al cese de provocaciones y a la objetividad
En sus declaraciones, el portavoz hizo un llamado directo a la contraparte estadounidense. Instó a Estados Unidos y a sus aliados a «detener las peligrosas provocaciones» y a adoptar una percepción «objetiva y racional» de China y de su Ejército de Liberación Popular.
Asimismo, pidió a Washington que «cese de crear narrativas falsas y de avivar la confrontación y los conflictos», sugiriendo que el informe forma parte de un esfuerzo más amplio por mantener una retórica de rivalidad estratégica.
Contexto y análisis recurrente
Estos informes anuales, mandatados por el Congreso de EE.UU., se han convertido en un punto de fricción recurrente en las relaciones bilaterales. Washington los justifica como una evaluación necesaria para comprender el ritmo y el alcance de la modernización militar china, que incluye avances en capacidades nucleares, hipersónicas, cibernéticas y en el ámbito espacial.
China, por su parte, los rechaza sistemáticamente como instrumentos de una política de contención, argumentando que su gasto militar per cápita y como porcentaje del PIB sigue siendo muy inferior al de Estados Unidos, y que sus actividades se enmarcan en la defensa legítima de sus intereses.
El firme rechazo manifestado este jueves subraya la profunda desconfianza y la brecha perceptual que persiste entre las dos mayores potencias militares del mundo, en un momento en que la competencia estratégica abarca lo tecnológico, lo económico y lo diplomático.
La postura china insiste en que el camino para una estabilidad duradera pasa por el respeto mutuo, la no interferencia y el abandono de la mentalidad de Guerra Fría, en lugar de lo que percibe como informes destinados a justificar una mayor presencia y actividad militar estadounidense en la región indopacífica.

