La Central Obrera Boliviana (COB) ratificó el paro general indefinido y escalonado en todo el país, acompañado de manifestaciones diarias en la sede de gobierno, en rechazo al Decreto Supremo 5503 del gobierno de Rodrigo Paz, al que califican como un “gasolinazo” que descarga el peso de la crisis fiscal sobre los hombros de los sectores populares.
La decisión fue anunciada por el secretario ejecutivo de la COB, Mario Argollo, quien dejó en claro que la movilización no cederá ni siquiera durante las fiestas de fin de año, subrayando la firmeza de la posición sindical frente a una norma que impacta negativamente en la economía de los hogares.
“Se ha determinado seguir con la movilización pese a los feriados, la posición es firme y se va a socializar más este decreto para que los ciudadanos puedan comprender este decreto. Habrá marchas en los diferentes departamentos del país, así que la movilización va a ser nacional”, indicó Argollo.
El Decreto Supremo 5503, promulgado por el gobierno de Paz con el argumento de enfrentar una profunda crisis fiscal, incluye entre sus medidas centrales la reducción del subsidio a los combustibles, lo que gatilló un incremento inmediato en los precios de la gasolina y el diésel. Para la COB, la oposición parlamentaria, transportistas, juntas vecinales, campesinos, sindicatos y organizaciones populares, esta política representa un claro trasvase del ajuste económico hacia la clase trabajadora y los sectores de menores ingresos.
De hecho, el denominado por el gobierno como «Decreto por la Patria» generó un sustancial incremento inmediato en el precio de los combustibles. El litro de gasolina pasó de 3,70 a 6,96 bolivianos, mientras que el diésel subió de 3,72 a 9,80 bolivianos.
El «gazolinazo», según la COB, no solo elimina los subsidios a la gasolina y el diésel sino que también “facilita la entrega de recursos estratégicos a privados nacionales y extranjeros”.
La protesta se instala en las calles
Desde el pasado lunes, la ciudad de La Paz ha sido escenario de una protesta constante, liderada inicialmente por sindicatos del sector minero, quienes han mantenido una presencia permanente en las cercanías de la Plaza Murillo, epicentro del poder político boliviano. Según lo anunciado por Argollo, estas bases permanecerán en la ciudad “pese a los feriados” de fin de año.
La tensión escaló el martes pasado, cuando fuerzas de seguridad del gobierno de Rodrigo Paz reprimieron una manifestación en los alrededores de la plaza. Uniformados utilizaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes, un hecho que ha sido denunciado por organizaciones de derechos humanos y que ha añadido un componente de conflicto político al descontento social.
El fondo del conflicto: el decreto y sus implicaciones
Más allá del incremento en el precio de los combustibles, el decreto gubernamental incluye otros ajustes que, según los analistas y los sindicatos, inciden directamente en el costo del transporte público y de la canasta básica familiar. El efecto dominó que se anticipa es un aumento generalizado del costo de vida y una consecuente erosión del poder adquisitivo de los salarios, ya de por sí castigados por la inflación.
Sectores sindicales y populares denuncian de manera unánime que la normativa “traslada la carga del ajuste económico a la clase trabajadora y a los sectores de menores ingresos”.
Además, diversas organizaciones sociales han alertado que el decreto “carece de mecanismos efectivos de protección o compensación para los sectores más vulnerables de la sociedad”, lo que, advierten, podría profundizar las desigualdades sociales en el país.
Estrategia de la COB: Extender el paro y dar a conocer las consecuencias del decreto
Frente a esta situación, la estrategia de la COB tiene dos ejes claros. El primero es la acción directa, mediante el paro indefinido y escalonado –que afectará a diferentes sectores y regiones de manera progresiva– y las marchas diarias que buscarán mantener la presión en las calles.
El segundo eje, tan importante como el primero, es la divulgación masiva del contenido del decreto.
La central obrera ha emprendido una campaña para “socializar más este decreto para que los ciudadanos puedan comprender” su alcance real, según las palabras de Argollo.
Para ello, delegados de múltiples departamentos han llegado a La Paz, y se han planificado marchas y asambleas informativas en otras regiones, con el objetivo de garantizar una movilización de carácter nacional, consignó TeleSUR.
La COB ha dejado claro que seguirá adelante con medidas de presión y movilizaciones hasta que el polémico decreto sea derogado
Con el paro indefinido declarado, las marchas programadas a diario y la determinación de los movilizados de no ceder durante las festividades, el escenario para el gobierno del derechista Rodrigo Paz es crítico.

