«Una vergüenza» es el título de la más reciente columna del periodista Juan Cristóbal Guarello, en la cual denuncia una serie de abusos de los llamados «clubes grandes» del fútbol chileno, en contra de equipos de la Segunda División Profesional, por el cobro de los denominados «derechos de formación».
Se trata de una cláusula legal que busca compensar económicamente a los equipos donde se formó y desarrolló un determinado jugador, otorgándoles un porcentaje de dinero cuando el deportista firma su primer contrato profesional y también en las transferencias que tenga hasta los 23 años.
Lamentablemente, en Chile, aseguró Guarello, la utilización de esta norma por parte de clubes nacionales como Colo-Colo se ha vuelto «demencial» y ha puesto a cientos de futbolistas «al borde de la esclavitud».
En el texto, publicado por el sitio En Cancha, el periodista deportivo apunta que «de las cosas más injustas y deleznables en la órbita de la ANFP, en una actividad que ha optado por norma ser abusiva, es el cobro de derechos de formación con los cuales los clubes someten a exjugadores cadetes y esquilman a los equipos de Segunda Profesional».
«Los números son tan desquiciados que parecen irreales; así mismo, la cantidad de jugadores que no pueden ejercer su profesión, se cuenta por cientos», agregó el profesional.
Como ejemplos, Guarello citó el caso de Colo-Colo, que «tiene demandado a Provincial Osorno por más de 200.000 dólares -leyó bien- por un excadete que la ventura puso en el cuadro lechero en la temporada 2023. De la misma manera fue favorecido con un fallo del ‘muy amable con el poder’ Tribunal de Asuntos Patrimoniales, que obliga a Real San Joaquín a pagar 35.000 por un muchacho que hizo sus inferiores en Pedrero y que el destino mandó a la Segunda Profesional».
Pero, añadió Guarello, «peor le fue a Rengo, que debe pagarle a Audax Italiano 118.000 dólares por otro excadete formado en La Florida».
Para el periodista, esto se debe a que la norma en Chile es «demente, casi esclavista. La ANFP hizo un cálculo de que cada año en series cadetes equivalen a 30.000 dólares de gasto. Por lo tanto, si un muchacho es contratado por un equipo de Segunda Profesional y estuvo 8 años haciendo inferiores en un club de Primera o Ascenso, debe pagar 240.000 dólares por derechos de formación. Señalemos que en Perú son 500 dólares por año y en Argentina, cerca de 700», puntualizó Guarello.
Derecho al trabajo
El caso revelado es también preocupante pues está afectando el derecho al trabajo de deportistas cuyo sueldo es mucho menor al de sus colegas de Primera División.
«Estamos hablando que a futbolistas que cobran 500 y 600 lucas mensuales se les niega la libertad de acción, a menos que paguen cientos de miles de dólares. Hombres que fueron descartados por sus clubes matrices hace años, pero que siguen encadenados por un reglamento al borde de la esclavitud», reitera Guarello.
«No sólo es injusto que les cobren derechos de formación usureros a los equipos de la agonizante tercera categoría del fútbol chileno, también es que los propios jugadores estén amarrados a sus antiguos clubes y nunca puedan tener autonomía en su profesión y en sus vidas», recalcó el comunicador.
La columna completa está disponible en la web de En Cancha.cl AQUÍ
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