Gemma Walker fue diagnosticada con anorexia nerviosa y bulimia a los 14 años. La joven pesaba solo 30 kilos y los médicos temían por su vida. En los siete años siguientes, estuvo internada en el hospital 3 veces, una de ellas de urgencia.
Ahora, con 22 años, la joven muestra orgullosa sus fotos a 6 meses de haber recuperado por completo su buen estado de salud, con el objetivo de concienciar a las mujeres que luchan contra desórdenes alimenticios. Así luce ahora: