Cobreloa vive el peor momento económico de su historia. Hace 15 meses que sus profesores de inferiores y trabajadores administrativos no reciben cotizaciones previsionales y hace cuatro meses que no les pagan sueldos. Por eso, aprovechando la concentración de los medios en Juan Pinto Durán, las divisiones inferiores del club llegaron el lunes hasta las puertas de la mismísima Roja para dar a conocer su drama.
El jugador de la sub 16 loína en Santiago, Facundo Cisternas, afirma que fueron atentidos por el capitán nacional Claudio Bravo y por el delantero formado en Calama, Eduardo Vargas. Además, hicieron llegar una carta especial a Alexis Sánchez, Charles Aránguiz y Junior Fernandes, como ex jugadores de la institución.
Pero llamó la atención que estos tres últimos no salieron a atender a quienes sufren y pertenecen a la misma insignia que los vio surgir. Y la razón es simple. Los ex jugadores no se muestran identificados con el club porque salieron mal, nunca recibieron contratos importantes y sienten que, como hoy sucede en la tienda naranja, el desorden y los intereses propios los hicieron vivir momentos difíciles.
El momento del club es más que complejo. Las inferiores en la capital se declararon en paro, el club en Calama está al borde de la quiebra jugando en Primera B, con decenas de acreedores pendientes y los directivos que asumieron la última administración insisten en que Cobreloa no debe abrirse al mercado, siendo una sociedad anónima cerrada y con una deuda de arrastre cercana a los mil millones de pesos.
Y en eso, los jugadores que se formaron en Calama no quieren meterse por mera desconfianza.