Todo indica que los malos momentos entre amistades pueden ser superados. Al menos así lo demostró Kanye West y Kim Kardashian, que visitaron a Beyoncé y Jay Z, para el cumpleaños de su hija Ivy.

Por eso, se dirigieron a la casa de los artistas, ubicada en Holmby Hills, en Los Ángeles, el viernes pasado, a solo dos meses de que West le dirija palabras poco agraciadas a sus amigos en un concierto.

X17 reportó que la estrella de Keeping Up With the Kardashians y el rapero fueron para acompañar a su pareja amiga, pero sin sus hijos.

Kim fue fotografiada con un look que llamó la atención: usando una camisa grande a cuadrillé de color rojo y negro, se puso unos pantalones desajustados de color beige. Como resultado, podemos deducir que atrás quedaron los vestidos ajustadísimos de Kim Kardashian y sus arreglos extremos.





Kanye se optó por una cremallera gris, pantalones militares y botas negras, todo de su colección Yeezus. Fue él el que en un recital en Sacramento, deslizó que Beyoncé solo haría una performance en los MTV Video Music Awards si resultara ganadora como el “Video del Año”.

Luego, también se dirigió a Jay Z, al especificar que no le atendía sus llamadas, luego del robo a Kim Kardashian. “Jay Z, llámame, hermano. Todavía no me has llamado. Jay Z, sé que tienes asesinos. Por favor, no me los envíes a mi cabeza. Por favor, llámame. Háblame como un hombre”.

Días después, el rapero fue hospitalizado de urgencia en el Centro MédicoUCLA, a causa de una crisis nerviosa, deshidratación y agotamiento.
