Varvara Akulov tenía solo diez años cuando su padre, el levantador de pesas Yuriy Akulov, fue acusado de torturarla y de tratar de convertirla en una “mutante”. ¿La razón? Con tan solo dos semanas de vida, el padre le había colgado tornillos de las muñecas para comenzar a forjar su carrera como levantadora de pesas.
Varvara, a sus diez años, parecía realmente como cualquier otra niña. La única diferencia es que tenía más fuerza que todas sus compañeras combinada.
Según lo informado por Hefty, a las dos semanas, su padre ya tenía definido cuál sería su futuro y comenzó a trabajar por el. En un principio, colgaba tornillos y nueces de sus muñecas para empezar el entrenamiento.
A los cuatro años ya participaba en competencias de pesas y a los ocho logró un record al ser capaz de levantar más de 90 kilos.
Cuando Varvara se había convertido oficialmente en la niña más fuerte del mundo, sus padres crearon un espectáculo familiar para capitalizar su talento, donde la gente pagaba mucho dinero para verla caminar con ellos en la espalda, o levantar plataformas con varios hombres encima.
Pero luego fueron acusados de tratar de convertirla en una especie de mutante, debido a que su aspecto no era muy diferente al de cualquier otra niña, por lo que la gente se preguntaba si su fuerza venía de algún misterioso experimento.
Pero luego de 12 años de investigación, la policía llegó a la conclusión de que los padres de Varvara no habían hecho nada malo. No solo eso, sino que la niña era extremadamente sana, feliz e incluso lograba muy buenas notas, a pesar de todo el tiempo que pasaba entrenando y compitiendo.
Pero a pesar de su fama, Varvara decidió terminar su carrera luego de sus estudios.
Hoy, a sus 25 años, se dedica a entrenar a gente para una vida sana y deportiva. Por su aspecto, nadie nunca sospecharía que alguna vez fue la niña más fuerte del mundo.
Vía Upsocl