Katya Badaeva fue cruelmente abandonada por su madre cuando tenía sólo un par de horas de vida. Debido a las severas anomalías con las que nació, los médicos le habrían dicho a su familia que sólo lograría sobrevivir unos meses, por lo que su madre decidió entregarla a un hogar de niños huérfanos en la ciudad de Azovsk, al sureste de Rusia.
Sin embargo y contra todo pronóstico médico, Katya logró superar con creces las expectativas de vidas que fueron establecidas en su nacimiento y alcanzó los 17 años de vida. Fue en ese momento de su vida en donde fue contactada por un programa de televisión con el propósito de mediar un reencuentro con su madre, quien desde su nacimiento nunca volvió a contactarla.
Durante sus 17 años de vida, Badaeva fue sometida a diversas intervenciones quirúrgicas con el fin de atenuar las deformidades congénitas, con la esperanza de regresar a la familia que había tomado la cruel decisión de abandonarla.
En el momento en que se reunió con su madre, ésta le manifestó que sólo la aceptaría en su hogar si ella se realizaba más cirugías plásticas. Sin mostrar signo alguno de arrepentimiento tras haberla abandonado en su nacimiento, la madre de identidad desconocida, le aseguró que la condición para que ella tuviera una familia normal era tener un rostro “normal”.
Sin pensarlo dos veces, la joven aceptó la propuesta sin percibir el egoísmo proveniente de la persona quien le dio la vida pero que le quitó la opción de acceder a una vida relativamente normal y con oportunidades.
Además de las consecuencias que la seguidilla de cirugías plásticas a las que se había sometido anteriormente, la joven debería afrontar aún más con las nuevas operaciones que se realizarían en función de las peticiones de su madre. Pese a los peligros que ésta implicada, Katya fue operada pero sin embargo no logró sobrevivir a la intervención.
“Después de que la cirugía de Katya finalizó ella sufrió un ataque cardiaco y su corazón dejó de latir. Los médicos intentaron resucitarla por cerca de tres horas, pero no lograron su cometido. La autopsia reveló posteriormente que su muerte no fue debido a una negligencia médica”.