Cuestionamientos a coronel

La intrincada red familiar del tercer hombre de Gendarmería

Sospechas de tráfico de influencias permanecen al interior de las filas.

Por Matías Rojas

29/08/2017

Publicado en

Chile / Portada

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Se avecinan cambios en el Alto Mando de Gendarmería. Por estos meses, poniendo a prueba lealtades, la plana mayor suma y resta los costos y beneficios de mantener en cargos de relevancia a uniformados cuestionados por la opinión pública.

No de forma inadvertida han pasado informaciones publicadas por este medio y otros, referentes al coronel Patricio Torres, antiguo jefe de gabinete del renunciado director nacional Tulio Arce y quien ahora supervisa la Inspectoría Operativa.

En abril del año pasado, El Ciudadano reveló un oficio del Departamento de Investigación y Análisis Penitenciario (DIAP), con destino al entonces subdirector operativo subrogante de Gendarmería, Maurice Grimalt, que involucraba a dos sobrinos políticos del coronel Torres en complejas actuaciones que podían constituir delito y que no habían tenido sanción.

De acuerdo al informe del DIAP, los parientes de Torres, el cabo segundo Héctor Valdebenito y el oficial Juan Valdebenito, habían cometido faltas a la probidad. En enero de 2016, el primero había protagonizado un accidente automovilístico, dándose a la fuga, y el segundo había suplantado a su hermano ante Carabineros.

El documento sostuvo que «es el Teniente Primero Juan Valdebenito quien se presenta en la 12º Comisaría de Carabineros de San Miguel, asumiendo total responsabilidad en el volcamiento del vehículo, sin embargo los antecedentes indican que quien conducía efectivamente la camioneta Ford Ranger al momento del volcamiento de ésta es el cabo segundo Héctor Valdebenito«.

El coronel Patricio Torres Rodríguez.

La información, concordante con el registro fílmico de las cámaras de la Penitenciaría «donde se aprecia el recorrido efectuado por los funcionarios», llevaron al Departamento a concluir que «podríamos estar en presencia del delito de suplantación de identidad por parte del Teniente Primero Juan Valdebenito«, recomendando abrir un sumario para investigar el caso.

Fuentes de la institución comentan que la indagatoria fue encargada al mayor Héctor Inostroza, quien no determinó culpabilidad de los involucrados. Cuando el hecho se hizo público, cambiaron al fiscal. Se nombró como instructor del expediente al teniente Mario González, quien comparte grado con uno de los inculpados y difícilmente podrá establecer responsabilidades, indican.

Sin sanciones a la fecha, uno en la Penitenciaría y otro en la Unidad Especial de Alta Seguridad (U.E.A.S.), los sobrinos del coronel Torres figuran además en la querella por supuesto fraude al Fisco en la obtención de títulos profesionales falsos interpuesta en el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago por el Consejo de Defensa del Estado (CDE).

Los hermanos Valdebenito ocupan los números 23 y 24 de la tabla como egresados de la carrera de Ingeniería de Ejecución en Seguridad mediante un título obtenido fraudulentamente en la Universidad La República, afirma el libelo.

Fue dicho antecedente el que avaló que ambos se beneficiaran con el pago de una asignación profesional que abultó sus remuneraciones el mismo día, tal como aparece dispuesto en las Resoluciones Nº 5310 y Nº 5311 del 28 de mayo de 2015.

A éstos se suman otros documentos públicos que reflejan beneficios para familiares del coronel Patricio Torres y que al interior del servicio aumentan sospechas sobre un posible tráfico de influencias.

El Ciudadano tuvo acceso al contrato que favoreció a la hermana del actual inspector operativo, Jessica Rosalia Torres Rodríguez, la cual entró en calidad de Administrativo a Gendarmería con grado 12º, a través de la Resolución Nº 1.766 del 23 de septiembre de 2015 (ver documento pinchando la imagen).

Lo anterior podría contravenir el artículo 54 de la Ley 18.575, que señala expresamente que «no podrán ingresar a cargos en la Administración del Estado» quienes «tengan calidad de cónyuge, hijos, adoptados o parientes hasta el tercer grado de consanguinidad y segundo de afinidad inclusive respecto de las autoridades y de los funcionarios directivos del organismo de la administración civil del Estado al que postulan».

La prohibición corre incluso cuando el familiar ostenta «el nivel de jefe de departamento o su equivalente», precisa la ley.

RÉPLICA

Tras recoger estos antecedentes, El Ciudadano consultó al Departamento de Comunicaciones de Gendarmería si era «posible obtener un pronunciamiento explícito del inspector operativo Patricio Torres en orden a descartar que haya ejercido influencias indebidas para proteger a familiares suyos que forman parte de la institución, o cualquier otro descargo que quiera formular sobre el tema».

Al cierre de esta edición no fue posible obtener una respuesta sobre «los motivos que llevaron a la contratación de la hermana del inspector operativo», situación que también fue consultada. Sin embargo, trascendió que el coronel Torres declinó hacer uso de su derecho a réplica.

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