El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, favorito hoy en todas las encuestas de intención de voto para las elecciones de 2018, comenzará este lunes en Espíritu Santo la tercera etapa de su recorrido por Brasil.
Lula llegará a la ciudad de Victoria, donde encabezará este lunes a las 18:00 (hora local) un acto en la céntrica Plaza Costa Pereira, con holgada ventaja para imponerse en la batalla en las urnas tanto en primero como en segundo turno, según el más reciente sondeo del Instituto Datafolha.
Tal como informa Prensa Latina, en los cinco probables escenarios en los cuales contendería el fundador del Partido de los Trabajadores (PT) éste conseguiría el respaldo de entre un 34 y 36 por ciento del electorado en primera vuelta, seguido en todos los casos por Jair Bolsonaro, del Partido Social Cristiano (PSC), que alcanzaría entre 17 y 19 por ciento.
Mientras, para el segundo turno conseguiría vencer con un 48 por ciento de los votos Marina Silva (Red), con el 51 por ciento a Bolsonaro y con el 52 al gobernador del Estado de Sao Paulo y posible contendiente por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Geraldo Alckmin.
La tercera etapa de la caravana Lula por Brasil transcurrirá entre el 4 y 8 de diciembre en los Estados de Espírito Santo y Río de Janeiro.
Concebida para constatar sobre el terreno el desmantelamiento de los programas sociales y políticas públicas acometido por el gobierno de Michel Temer, la caravana Lula por Brasil agotó su etapa inicial entre el 17 de agosto y el 5 de septiembre, cuando recorrió los nueve estados del Nordeste del país y visitó 58 ciudades.
Con posterioridad, del 23 al 30 de octubre, recorrió unos mil 500 kilómetros por siete regiones y 21 ciudades del estado de Minas Gerais, el cuarto mayor de la federación en extensión territorial y el segundo más poblado de Brasil.
Durante todo ese trayecto, Lula insistió en su preocupación por el modo en que el gobierno golpista de Temer ‘está destruyendo nuestro país y todas las conquistas del pueblo brasileño’, y ratificó su intención de competir en las elecciones presidenciales de 2018, para las cuales todas las encuestas lo sitúan como favorito.
Denunció también la tenaz persecución judicial y mediática de que es víctima desde hace ya tres años y fue insistente al asegurar que ó su intención es probar, por segunda vez, que Brasil solo funcionará si el pobre vuelve a estar en el centro de la economía y será respetado solo si recupera su autoestima.
Lula se comprometió, asimismo, a que si llegara a ser candidato y ganara las elecciones de 2018 convocaría a un referendo revocatorio para dar marcha atrás a todos los desmanes del gobierno golpista de Temer y acometería, además, la democratización de los medios de comunicación.