La mayoría de ellos rescatados de los cazadores furtivos

Osos crecen con severos traumas causados por el hombre

Lamerse las garras es la única manera en la que pueden manejar el estrés, es lo que los hace olvidar el miedo

Por Oscar Morffes

08/05/2018

Publicado en

Animales / Mundo

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Patrick es el nombre de un pequeño oso huérfano con apenas tres años, pero no es el único. Su relato y su nombre representan la típica historia de muchos otros animales que han encontrado un refugio en el santuario de Arcturos en Nymfaio, en las laderas del monte Vitsi, a unos 600 kilómetros (350 millas) al noroeste de Atenas – Grecia.

Fue encontrado cuando apenas tenía un mes de edad, lo encontraron deambulando cerca de la frontera greco-albanesa, y su madre aparentemente fue asesinada por cazadores furtivos, sí, como a muchas otras especies salvajes.

A una edad muy joven ha sido, casi forzado por el destino, a conocer las formas de la vida salvaje. Su caso es curioso, fueron los humanos quienes aparentemente le arrebataron a su madre, pero fue también la misma especie quien lo ayudó a sobrevivir, y a la fecha, el no sabría hacerlo de otro modo.

El santuario lo había dejado en libertad, Patrick fue sido liberado en la naturaleza cuando cumplió un año, pero regresó tan solo un mes después. Al igual que Patrick, otros osos tienen cicatrices psicológicas y físicas.

Fueron salvados pero el miedo nunca se ha ido 

Barbara, una hembra mayor, vino de un zoológico serbio. Dos décadas después, todavía camina nerviosamente en su recinto forestal y sacude la cabeza como si estuviera encadenada a una jaula.

Usko, de tres años, fue encontrada en Macedonia cuando era bebé. Estaba paralizado de la cintura para abajo, por lo que el personal de Arcturos, sorprendido por su entusiasmo por la vida, creó una carretilla que le permite moverse en un área con superficies planas.

«Hay muchos problemas con los osos cautivos, principalmente en los Balcanes. El mayor problema es en Albania y (Macedonia) donde todavía hay deficiencias legales», dicen los especialistas.

El baile del Oso

Esta modalidad se enseña por la fuerza a los animales haciéndolos caminar sobre carbones ardientes, es una práctica popular en las ferias nacionales que todavía sobrevive en los Balcanes, aunque fue erradicada en Grecia hace algunas décadas.

¿Qué nos pasa a los humanos? Nos hemos convertido en el enemigo de la naturaleza, las especies nos tienen miedo. Debemos tomar medidas urgentes para evitar que este tipo de casos sigan sucediendo. Es inhumano todo lo que le estamos haciendo a la fauna, lo hemos visto con la historia de estos osos.

 

 

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