Dirigente del Sindicato Elías Laferte denuncia la nula oferta de la empresa, advirtiendo una paralización que afectaría a gran parte de Santiago.
El próximo lunes 4 de agosto, los trabajadores del sindicato Elías Laferte votarán a huelga luego de que la empresa RBU Santiago no presentara una oferta que respondiera a las demandas de los conductores, quienes exigen mejoras salariales y el respeto a sus condiciones laborales.
Exequiel Venegas Hermosilla, presidente del sindicato, explicó a El Ciudadano que la organización nació hace más de 10 años porque la situación que vivían era humillante: “comíamos con los perros, no teníamos donde ir a un baño, no teníamos papel higiénico ni agua”, asegura, agregando que mucho menos han respetado sus horarios de colación y que cualquier situación personal significaba un descuento monetario. Esta será su tercera negociación con la empresa, la cual, según Venegas, en otras oportunidad han adelantado las negociaciones con otros sindicatos, que: “se arreglan para callado con la empresa y hacen un convenio firmado sin preguntarle a nadie”, sostiene.
El dirigente sindical enfatizó que su gremio no firmó el convenio colectivo como sí lo hicieron otros sindicatos. Venegas asegura que los trabajadores “firman por miedo, por plata, entre otras razones”, pero los socios de su sindicato no están de acuerdo con eso. En cambio, optaron por cumplir los plazos legales, presentando sus peticiones a la Inspección del Trabajo el pasado 5 de junio, ya que la empresa no los quiso recibir.
Las principales demandas de los conductores van más allá de un aumento salarial. Exigen respeto y un sueldo acorde a las responsabilidades que tienen, ya que, según Venegas: “nosotros movemos la economía de la ciudad, llevamos a los trabajadores a su lugar de trabajo”, dice enfático. El líder sindical manifestó que los salarios actuales orillan a los trabajadores a depender de turnos extra o de tener dos o más empleos para sobrevivir: “Si nosotros queremos brindar un buen servicio debemos tener buenos descansos y trabajar en una sola parte”, afirmó.
Además de los sueldos, el sindicato denuncia constantes faltas al respeto de los descansos y las colaciones: “Acá no respetan los turnos, los cambian cuando quieren”, señaló Venegas, agregando que, si un conductor se niega a realizar un viaje extra tras 12 horas de jornada, puede ser “castigado” con un cambio de “cabezal” o lugar de trabajo.
El presidente del sindicato también puso énfasis en la situación de las mujeres conductoras: “El Transantiago invita a las mujeres a trabajar, el Ministerio de Transporte llama a las mujeres a trabajar, pero no están las condiciones para las mujeres para que trabajen”, señalando que las compañeras no cuentan con condiciones de salubridad necesarias y que tampoco cuentan con permisos si requieren atender a sus hijos, por esto, Venegas es categórico al afirmar que en la empresa: “no hay política sociales, hay pura política capitalista, de explotación”.
El sindicato abarca gran parte de Santiago, con socios en Quilicura, Pudahuel, Las Condes y La Cisterna, entre otras comunas. Si la huelga se hace efectiva, Venegas asegura que pedirán disculpas a la población, ya que: “al final nosotros también estamos luchando para brindar un buen servicio, no porque queremos plata para nosotros”. El dirigente concluyó con un llamado a RBU Santiago, indicando que su sindicato no quiere “migajas”, sino respeto y que sus demandas sean escuchadas.