Invitación de Evo Morales al G77 + China para una nueva correlación de fuerzas para el Cambio Climático

La Conferencia alternativa para el cambio climático desarrollada en abril en Bolivia –Cochabamba- fue convocada por Evo Morales como respuesta a lo que se conoce como el “fracaso de Copenhague”

Por LLaguno

14/05/2010

0 0


La Conferencia alternativa para el cambio climático desarrollada en abril en Bolivia –Cochabamba- fue convocada por Evo Morales como respuesta a lo que se conoce como elfracaso de Copenhague”. Como he planteado en otras ocasiones la problemática del cambio climático hay que entenderla en el contexto de lo que es la Convención Marco para el Cambio Climático de Naciones Unidas y sus reuniones anuales que se conocen como Conferencia de la Partes (COP). Entre una y otra reunión hay encuentros preliminares que van acercando posiciones y potenciales acuerdos.

Independiente de los acuerdos firmados en Cochabamba hay una cuestión fundamental que de fortalecerse puede cambiar el escenario político-climático a nivel mundial. Se trata, de que se comienza a buscar acuerdos y consensos entre una amplia red de países (Alba + G77 + China) al margen de Estados Unidos y Europa. Lo que debía ocurrir desde el punto de vista de la política internacional ocurrió; que el Acuerdo de Cochabamba unificara y consensuara posiciones. A mi entender, ese es el principal triunfo político de la Conferencia Mundial de los Pueblos. Ese era su objetivo y razón de existir.

El propio Morales dice que realizó la convocatoriaporque en Copenhague no se escuchó ni atendió la voz de los pueblos del mundo, ni se respetó los procedimientos pre acordados de manera consensuada por los Estados”. Y agrega que está “convencido que la única forma de garantizar un resultado positivo en Cancún, México, es con la amplia participación de los pueblos del mundo y con la más férrea unidad de los países del G77 + China”.

El 26 de abril fueron entregadas “al proceso de negociación de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático acompañado de una propuesta técnica” las conclusiones y propuestas de la Conferencia de Cochabamba. En esta ocasión vamos analizar (del mismo modo que con otros discursos) las palabras que Evo Morales pronunció en Naciones Unidas al G77 + China y que tienen como fin articular una base de apoyo para llegar a acuerdos en la COP 16 a desarrollarse a fin de año en México. Hay que agregar que en este acuerdo y consenso no está Estados Unidas, Europa ni Brasil; dato no menor a la hora de las negociaciones climáticas. Es más, China fue uno de los firmantes originales del “Acuerdo de Copenhague” que se redactó de espalda al mundo. Incluso, a la fecha más de 100 países han ido legitimando y ratificando ese acuerdo con metas voluntarias para reducir emisiones..

El discurso es una invitación a unirse para “salvar el planeta”. Morales comienza mencionando las razones por las cuáles tuvo que convocar a una “Conferencia de los pueblos”. En esa dirección, afirma que “Bolivia convocó a esta Conferencia porque los países llamados desarrollados no cumplieron con su obligación de establecer compromisos sustanciales de reducción de gases de efecto invernadero en la Conferencia de Copenhague del año pasado sobre Cambio Climático. Si estos países hubieran respetado el Protocolo de Kioto y hubieran acordado reducir sustancialmente sus emisiones dentro de sus fronteras, la Conferencia de Cochabamba no hubiera sido necesaria”. Es más, “estoy convencido que la única forma de garantizar un resultado positivo en Cancún, México, es con la amplia participación de los pueblos del mundo y con la más férrea unidad de los países del G77 + China”, destacó Evo Morales.

Luego pasa a generar condiciones para la unidad. Si bien hay diversidad entre todos estos países, surge la necesidad estratégica de unir y consensuar criterios. Agrega Morales que “en el G77+China estamos 130 países en desarrollo que somos los menos responsables del cambio climático y, sin embargo, los más afectados… Representamos dos terceras partes de los países que integran las Naciones Unidas que comprenden cerca del 80 % de la población mundial. En nuestras manos está salvar el futuro de la humanidad, del planeta tierra y hacer escuchar y respetar la voz de nuestros pueblos. ¡Por eso he venido aquí a compartir con el G77 + China!”.

¿Qué similitudes hay entre el “Acuerdo de los Pueblos” firmado en Cochabamba y las posturas del G77 y China?

Se destacan cuatro puntos de convergencia entre los tres bloques de poder; Alba, G77 y China. El punto es relevante por el hecho de que:

En primer lugar está “la necesidad de preservar y hacer cumplir el Protocolo de Kyoto. Es decir, que los países desarrollados realicen compromisos sustanciales y domésticos de reducción de gases de efecto invernadero en el marco del Protocolo de Kioto”. En términos operativos, se trata de reducir las emisiones de gases, principalmente, CO2. El Acuerdo de los Pueblos plantea la tesis de que los países desarrollados deben reducir sus emisiones en un 50% “dentro de sus fronteras y tomando los niveles de 1990”. Según Morales “las ofertas de reducción de gases de efecto invernadero de los países desarrollados, en el mejor escenario, solo alcanzan una reducción real del 2% de los niveles de 1990”.

Relacionado con lo anterior está la segunda convergencia que tiene que ver con no aumentar la temperatura del planeta más allá de uno a 1.5 grados Celsius. La reducción de la emisiones y sus efectos en la temperatura del planeta debe ser “lo más profunda posible”. Los datos oficiales de la Conferencia muestran que los países industrial-desarrollados aumentaron “sus emisiones en un 11,2 % entre 1990 y el 2007”.

Por otro lado, estos dos primeros puntos son consensuados más allá del consenso de Cochabamba. En efecto, Obama y Estados Unidos lo han mencionado en distintas instancias. De hecho, es uno de los consensos globales que hay. No obstante, definir y cumplir metas es lo que dificulta avanzar hacia un acuerdo global y vinculante que de manera efectiva y rápida ponga freno al calentamiento y contaminación global. Ni siquiera el Protocolo de Kioto ha sido respetado.

La tercera similitud es “el tema de la deuda climática que tienen los países desarrollados con los países en desarrollo”. Este aspecto es el más amplio. Para Morales y las conclusiones de la Conferencia hay una deuda climática que el capitalismo de punta debe pagar. Cuatro son las situaciones que configuran dicha deuda.

El primer aspecto “es la devolución del espacio atmosférico que ha sido ocupado por los países desarrollados con sus emisiones… afectando a los países en desarrollo. Los países desarrollados deben descolonizar la atmosfera para posibilitar una equitativa distribución del espacio atmosférico entre todos los países, según su población”.

El segundo aspecto de la deuda es la migración forzada “por el cambio climático que ya suman 50 millones en el mundo y que pueden alcanzar para el 2050 la cifra de 200 a 1.000 millones de personas. Para honrar esta deuda los países desarrollados… tienen que abrir sus fronteras para recibir a los migrantes afectados”.

Un tercer aspecto “es la deuda con nuestra Madre Tierra… No sólo se ha afectado a los seres humanos… sino también a la naturaleza… es fundamental discutir aquí en las Naciones Unidas una propuesta de Declaración Universal de Derechos de la Madre Tierra que establezca las obligaciones de todos los seres humanos con la naturaleza y que reconozca, en la forma de derechos, los limites que tiene que tener la actividad humana para preservar el planeta Tierra. Entre ellos; “el Derecho a la vida y a existir; el Derecho a la regeneración de su bio-capacidad y continuación de sus ciclos y procesos vitales libres de alteraciones humanas; el Derecho a estar libre de contaminación, polución y desechos tóxicos o radioactivos y el Derecho a no ser alterada genéticamente y modificada en su estructura, amenazando su integridad o funcionamiento vital y saludable”.

Por último, está la deuda climática “que comprende la deuda de adaptación y la deuda de desarrollo que tiene los países industrializados con los países en desarrollo”.  Es decir, hay que financiar la adaptación al cambio climático. Para esta necesidad “la Conferencia Mundial de Los Pueblos consideró que para el cambio climático se debe destinar un presupuesto similar al presupuesto que los países destinan para sus gastos militares y de seguridad. El monto de 10.000 millones de dólares que están ofreciendo los países desarrollados es menos del 1 % de todo lo que gastan a nivel de su presupuesto de defensa”. A su vez, este “financiamiento debe ser directo, sin condicionamientos y sin vulnerar la soberanía de los Estados”.

En esa dirección, la Conferencia de Cochabamba “propone crear un mecanismo multilateral y multidisciplinario para la transferencia de tecnologías… que deben ser útiles, limpias, socialmente adecuadas… y liberadas de derechos de propiedad intelectual, en particular, de patentes que deben pasar de monopolios privados a ser de dominio público y de libre acceso”.

Vinculado con el financiamiento hay una visión muy crítica del mercado del carbono. En efecto, el “mercado de carbono se ha transformado en un negocio lucrativo que mercantiliza la naturaleza, favorece a solo algunos agentes intermediarios, y no contribuye significativamente a la reducción de gases de efecto invernadero”.

En esa dirección se propone “un nuevo mecanismo que no esté basado en la promoción del mercado de carbono, que respete la soberanía de los Estados y el derecho de los pueblos al consentimiento libre, previo e informado. Este nuevo mecanismo debe transferir de manera directa recursos económicos y tecnológicos de los países desarrollados para pagar la restauración y mantenimiento de los bosques y selvas.

Finalmente, la cuarta y última convergencia tiene que ver con la relación que existe entre agricultura, cambio climático y alimentación. La Conferencia de los Pueblos “adoptó el concepto de soberanía alimentaria… que implica el derecho no sólo a la alimentación, sino el derecho de los pueblos a controlar sus propias semillas, tierras, agua y tecnología para la producción de alimentos en armonía con la Madre Tierra y al servicio de toda la comunidad y no sólo de los segmentos de mejores ingresos”. Es necesario, por tanto “llevar adelante una profunda transformación de la agricultura que sólo está basada en el negocio y el lucro, fortaleciendo la agricultura para la vida, la comunidad y en equilibrio con la naturaleza… -a sí mismo-… es necesario garantizar plenamente los derechos de los Pueblos Indígenas”.

La Conferencia Mundial de los Pueblos no sólo ha identificado aspectos convergentes con los diagnósticos y planes de acción de los países del G77 y China, sino también ha hecho propuestas amplias con el fin de enfrentar y mitigar los efectos del cambio climático. En esa dirección, plantea la creación de un “Tribunal de Justicia Climática y Ambiental” con el objetivo de “juzgar a los países desarrollados que incumplan sus compromisos y sancionar a los Estados y corporaciones que afectan los ciclos vitales de la Madre”. A sí mismo, se propone un referéndum mundial en el que sean los ciudadanos los que definen las soluciones al cambio climático. No obstante, hay que decir que se trata de propuestas que Morales ya había hecho en sus discursos durante la COP. Por tanto, no son puntos que surgen desde el seno de la Conferencia, sino del propio Morales y su grupo político.

Finalmente, Morales termina su discurso poniendo énfasis en que se debe poner atención en las “causas estructurales del calentamiento global”. De hecho, para la Conferencia de los Pueblos, “la causa de fondo de la crisis climática es el sistema capitalista. Lo que estamos viviendo no es sólo una crisis climática, crisis energética, crisis alimentaria, crisis financiera… sino también una crisis sistémica del capitalismo que está llevando a la destrucción de la humanidad y la naturaleza. Si la causa es sistémica la solución debe ser también sistémica”. Este, es también una hipótesis que se ha venido planteando en distintos foros. Es la visión política e ideológica del grupo Alba que lidera Venezuela.

Quiero destacar que el capitalismo tiene la capacidad de transformarse y adaptarse a las condiciones históricas. En esa dirección, es altamente probable que las soluciones al cambio climático pasen por una reconversión energética nacida desde el propio capitalismo. De ese modo, no es necesario cambiar el modelo económico-ideológico para superar y frenan la problemática del calentamiento global y la depredación de los recursos naturales. Junto a este cambio, se requiere una nueva mentalidad y forma de relacionarse con la naturaleza. Es un cambio a nivel cultural  que recién comienza a  observarse en las nuevas generaciones. Sin duda, que el mundo avanza no sólo hacia formas de fuentes energéticas limpias y renovables, sino también hacia una conciencia ciudadana orientada hacia una relación con la naturaleza distinta a la forma depredadora que se impone hoy. La madre tierra también tiene derechos.

El discurso compelo de Evo pueden verlo en :

http://bio-poder.blogspot.com/2010/05/discurso-de-evo-morales-al-grupo-del.html

Alejandro González Llaguno

www.bio-poder.blogspot.com

Fotografía: Reuters

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones