La caza ilegal también deja estragos en las especies

Las aves que habitan el semiárido larense requieren de protección

Algunos residentes consideran que se deben ampliar los parques, decretar nuevos espacios como el Parque Nacional “Guacamuco” o “Tierra de Ayamanes”, que no sólo sería el primero, sino permitiría preservar las fuentes de agua en el sediento municipio Urdaneta

Por Charilin Romero

09/01/2019

Publicado en

Animales / Latinoamérica / Venezuela

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El semiárido larense, cuenta con una importante diversidad de especies, las cuales se encuentran amenazadas por la deforestación y la tala para la producción de artesanías, carbón vegetal, así como construcción de viviendas y otros objetos para cercado de fincas y pastoreo de caprinos, que atenta contra la composición de la flora de la región.

A los daños a la vegetación se suma la caza ilegal de especies como guacharacas, perdices, patos, codornices, paujies, pericos, turpiales, canarios, loros y guacamayas, entre otros que van a parar al consumo humano o al comercio ílicito tras la matanza constante que ejecutan los cazadores furtivos y “deportivos” experimentados o los efectuados por niños con fondas (hondas, resorteras o chinas) para a recreación, ante la mirada indiferente de sus padres o de los adultos de la comunidad.

Aunado a esto, en la región existe pocas campañas informativas que formen a los pobladores acerca de las especies y biodiversidad y de las que se hayan en amenazas. También la poca inclusión o insuficiente representación del semiárido en el sistema nacional de Parques de Venezuela con excepción de los Parques nacionales Saroche, Médanos de Coro, Dinira y el Monumento Natural Lomas de León, hacen casi imposible que las diversas especies de aves puedan sobrevivir.

Ya casi no se aprecian las aves en los espacios naturales de Sarare

Algunos residentes consideran que se deben ampliar los parques, decretar nuevos espacios como el Parque Nacional “Guacamuco” o “Tierra de Ayamanes”, que no sólo sería el primero, sino permitiría preservar las fuentes de agua en el sediento municipio Urdaneta.

Las aves dependen estrechamente de los árboles para obtener alimentos, construir sus nidos, posarse y realizar la mayoría de sus funciones vitales, cuya razón se hace un llamado al gobierno local para que intervenga en la deforestación de los bosques o ecosistemas de espinar, cardonal y matorrales espinosos, de continuar estas actividades se pierde la vegetación y se reduce la cantidad como variedad de especies; incidiendo drásticamente en la supervivencia de las especies asociadas al semiárido.

La región del semiárido del estado Lara, del centro occidente venezolano se caracteriza por la presencia de especies con espinas como Cujíes, Uvedas, Yabos,Tunas, Cardones, Buches, en dicha diversidad destacan los paseriformes (pajaritos) como el Cardenal Sangre Toro confundido con el Cardenalito de Venezuela, Turpial, Arrendajo, los Psitácidos (Loros, Periquitos, Pericos y Guacamayas), así mismo las aves rapaces integradas por Águilas, Gavilanes, Buhos y Lechuzas. También se hayan las llamadas aves playeras y las acuáticas.

Se requiere un plan urgente para la preservación de las especies

En ese sentido, para conmemorar este 10 de enero el día mundial de las aves y contribuir a su conservación y defensa, los pobladores del semiárido se une a la campaña «Ni un grado más, Ni una especie menos», bosques espinosos que ayudan a contrarrestar los efectos del cambio climático y evitar la desertificación.

También se promueve con la campaña, la necesidad de regular las actividades de la población y sancionar los delitos ambientales para evitar la extinción de especies.

Este 10 de enero es el día mundial de las aves, fecha creada para reflexionar sobre la importancia ecológica, social, cultural, sanitaria, económica, científica, geopolítica y espiritual de estas especies para coordinar acciones que permita su conservación.