Crítica de disco: Los Desertores – «No te abandones»

Enfrentarse a un disco es, a veces, una tarea extenuante

Por Cristobal Cornejo

14/07/2012

Publicado en

Artes / Música

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Enfrentarse a un disco es, a veces, una tarea extenuante. No porque sea, precisamente, una totalidad demasiado compleja, sino por la amarga confusión que genera, producto del desconocimiento de las razones de ciertas elecciones. En este caso, estilísticamente, Los Desertores remiten a una especie de rockpop británico, digerido por vía latina. Hay una afinidad en la cadencia con la propuesta que dio notoriedad a Lucybell, aún cuando estos llevan la delantera en la construcción de atmósferas más oscuras.

Pero no es ese el punto. “No te abandones”, además, reproduce diversos clichés que dado el desarrollo de la música popular deberían, al menos, ser resistidos. A nivel de estilo esto podría sobrellevarse, en la medida que fuese un buen ejercicio y aventurara juegos a nivel sonoro y compositivo. Pero aquí son escasos y dudosos: algunos patrones rítmicos más creativos, unos teclados puntuales, conservadores punteos de guitarra, cierta disposición pop-punk (“Correr, sin temores”).

Donde hay menos salidas es en la lírica, que en este disco se transforma en pilar: monotematismo, a caballo entre la crítica social y el amor romántico, expresado como radiofórmula y que grafica una extraña (pero corriente) concepción ‘amorosa’ (amor como negación personal, imposibilidad de ‘vivir sin su amor’, amor como evasión): “Necesito de tu corazón, para seguir viviendo / viviendo, como un esclavo más” (“Viviendo”); “Sentir, que no puede vivir / si tu amor, se aleja de mi” (“Sentir”) son un par de letras que lo reflejan.

Hay una extraña descontextualización: siendo Los Desertores un trío de adultos, en el fondo resuenan adolescentes. Sin embargo, los adolescentes hoy son mucho más impetuosos y desprejuiciados a la hora de proponer, a nivel de estilo como de mensajes. Dentro de los once temas, podría destacarse “Tan solo”, por su sinceridad como power-balada y su inclusivo estribillo,  o “Voces”, por la crítica a la mercantilización de la salvación hecha por sectas como “Pare de sufrir” y el jugueteo con grabaciones de grotescos sermones que se superponen de fondo.

No obstante, más allá del himno mesiánico que da nombre al disco, lo más preocupante va apareciendo hacia el final del disco, primero con el citado “Voces”, luego con la militancia casi predicativa de “Basta” (“Basta, basta de dolor / Llegó, llegó la hora del amor / tiempos nuevos vendrán / tu amor reinará”) y rematando con la alegórica “Demencia”, otra épica canción  que hace preguntarse si estamos ante una banda cristiana camuflada o frente a un particular sentido de la espiritualidad.

Aunque suenan y tocan bien, y hay varias ideas dignas de considerar y desarrollar, un disco como “No te abandones” resulta exagerado, casi risible en el mejor de los casos. Y extenuante, sin duda alguna.

LOS DESERTORES

“NO TE ABANDONES”

Autoproducción

CD, 2011

+ INFO: www.losdesertores.com

Por Cristóbal Cornejo

El Ciudadano

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