Auditoría a I.M. de San Bernardo destroza gestión de actual diputada y exalcaldesa UDI Nora Cuevas: Comprobó contabilidad fantasma

Investigación, solicitada por el alcalde Leo Cádiz (PS), arrojó que la gestión de Cuevas (2008-2020) estuvo plagada de irregularidades, faltas de control y que llevaba una contabilidad paralela, distinta a la reportada a la Contraloría.

Por Absalón Opazo

09/03/2021

Publicado en

Chile / Política / Portada

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Por El Ciudadano

Un informe de Auditoría Financiera, Contable y Patrimonial, realizada por la Empresa de Auditores y Consultores Fortunato & Asociados a solicitud del alcalde Leo Cádiz (PS) arrojó que la gestión de la alcaldesa UDI Nora Cuevas (2008-2020) estuvo plagada de irregularidades, faltas de control y que llevaba una contabilidad paralela distinta a la reportada a la Contraloría General de la República.

“Los errores, las omisiones, las faltas de información, las faltas de los números que establecen esta contabilidad y algunos temas presupuestarios son importantes y relevantes”, es lo que señaló ante el Concejo Municipal de San Bernardo el Gerente de Auditoría y Consultoría de la citada empresa Alfredo Villarroel.

La Auditoría (que se circunscribió al periodo 2016-2020) fue presentada ente el pleno del Concejo Municipal este martes 9 de marzo y fue solicitada por Cádiz -con respaldo unánime del Concejo Municipal- a poco de que este asumiera sus funciones en agosto pasado.

Esto ocurría luego que Cuevas renunciara a su cargo para asumir como diputada en remplazo del actual ministro vocero de Gobierno el también militante UDI Jaime Bellolio.

El informe de 438 carillas sostiene en sus conclusiones que “la administración de la Dirección de Finanzas no está cumpliendo con las obligaciones emanadas por la ley y está en una evidente infracción a sus funciones, toda vez que los estados financieros del Municipio adolecen de antecedentes que sustenten la razonabilidad de los mismos”.

Villarroel expuso en su presentación que “desde el punto de vista administrativo podemos señalar que existen graves falencias de control y de cumplimiento de funciones, pero principalmente existe un ambiente de control debilitado: ¡no se evidencian procesos que permitan establecer que están minimizados todos los riesgos!”

El auditor Villarroel explicó que “una gran herramienta para minimizar todos los otros riesgos son las herramientas informáticas. Y existen grandes debilidades en los movimientos informáticos. El sólo hecho que existan movimientos informáticos o ajustes que no estén avalados por un decreto ya es una debilidad”.

Más adelante señaló que “dentro del reporte tenemos que la información contable que se extrae de la contabilidad no cuadra o no coincide con lo informado a la Contraloría. Eso significa que después de los cierres se hicieron ajustes contables”.

En este sentido advirtió: “no es posible que cerrado un periodo contable se pueda ingresar de nuevo a la contabilidad y hacer ajustes”.

También sostuvo que “no es posible que no estén habilitadas ciertas herramientas informáticas que permiten el control de los accesos a los sistemas”, dando como ejemplo el hecho que las herramientas que dispone el sistema computacional para el control de todos los ingresos y egresos “no se encontraba habilitadas dentro del sistema informático”.

“¿Qué significa esto?”, se preguntó un anonadado consultor.

Complementó: “(significa) Que no podemos hacer un seguimiento de quienes ingresaron al sistema en fechas o en horas que no son habituales o de quienes fueron los últimos que ingresaron en tal o cual mes”.

En la presentación se dio cuenta que existen cuatro cuentas corrientes que no están en la contabilidad.

También se mostró que habían personas que tenían un promedio de horas trabajadas los 365 días del año de entre 10 y 12 horas, lo que evidentemente expresa una grave anomalía, tanto si es verdad como si es mentira que laboraban tanto.

Remató el contador auditor: “lamentamos decir que todas estas falencias descritas y que se detallan en el informe son importantes, agregando que “es necesario cambiar el enfoque descrito, que ya ha sido erradicado de otras instancias de administración pública y la única forma de hacerlo es estableciendo niveles de control y ambientes de control que permitan minimizar el riesgo”.

Enseguida la contadora auditora del equipo de consultores de Fortunato & Asociados, Valeria Interdonato, complementó lo reportado por el auditor Villarroel.

Sostuvo que los estados contables y financieros eran tan incompletos y desordenados que debían abstenerse de opinar respecto de ellos porque no aportaban información confiable y suficiente.

“Nos abstenemos de opinar debido a la importancia del asunto descrito: no hemos podido obtener la suficiente y necesaria evidencia de auditoría para proporcionar una base para una opinión de auditoría”.

De todos modos, ahondó en las fallas de funcionamiento de la citada Municipalidad: “Todas las cuentas contables de los últimos 4 periodos auditables están sin análisis, no se hacían estos, no estaban preparados (los profesionales para hacerlos)”.

Valeria Interdonato enumeró una larga lista de estas cuentas carentes de análisis entre las que destacan: disponibilidad de moneda nacional, anticipos, deudores presupuestarios, ajuste a disponibilidades, préstamos, existencias, bienes de uso depreciables, bienes de uso no depreciables, depreciación acumulada, depósitos a terceros, entre otros.

La profesional de la consultora afirmó que hacer análisis no sólo implica ingresar números al software, sino que también llevar la historia de una cuenta, especificando que esa práctica está reglamentada, pero igual no se hizo.

La contadora de Fortunato & Asociados -que en sus gestos expresaba la incredulidad que le provocaba haber conocido los lamentables estados contables de San Bernardo y tener que darlos a conocer- destacó algunas irregularidades específicas que permiten comprender de mejor manera la gravedad de la situación:

– En Secpla (planificación) en los últimos 12 años no se ha entregado un presupuesto a su dirección (Secpla);

– En Finanzas, la Dirección no tenía conocimiento de los movimientos de las cuentas presupuestarias, se percataron a finales de 2020. Hubo alrededor de 170 partidas que no fueron reportadas.

– El equipo de contabilidad tiene conocimientos básicos y no sabía manejar el software … de contabilidad.

– Los directores de Obras, Transito y Dideco no se presentaron a las entrevistas con los auditores.

– En área de Remuneración tienen un software distinto que no converge con el software de Contabilidad.

“En conclusión -señaló la profesional- hay una falta de control … “ y se quedó sin palabras, no pudiendo concluir su alocución.

Volviendo a las conclusiones del informe escrito, este, en su Punto 4 establece que: “En resumen las transacciones que componen el saldo contable a una fecha de corte, como a su vez en el hecho que en las principales cuentas contables (Presupuestarias y Patrimoniales) no se evidencia la realización de una conciliación entre la imputación registrada en la contabilidad y lo señalado en los libros auxiliares (Ingresos, Administración de Fondos, Inventarios, Activo Fijo, otras) como se menciona en el punto anterior y se expone en detalle en el presente informe (…).

Enseguida se sostiene que “como consecuencia de lo expresado en los párrafos anteriores y descritos en detalle en el cuerpo del presente informe, la Ilustre Municipalidad de San Bernardo adolece de credibilidad al ambiente de control continuo, lo que implica un alto riesgo”.

Tras concluir la presentación de la auditoría, el alcalde Leo Cádiz señaló: “estamos en presencia de una contabilidad paralela, el funcionario de contabilidad a cargo de realizar la contabilidad, al ser alejado de su cargo, borró la información contable disponible. Acá hay una conducta sistemática”.

Tras expresar su opinión, los diversos concejales emitieron su opinión crítica respecto del manejo contable de la Municipalidad. Soledad Pérez Javier Gaete, Orfelina Bustos, Jovanka Collao, Bernardo Bustos coincidieron en subrayar la gravedad de lo expuesto y exigieron que se lleve la investigación hasta las últimas consecuencias.

Mucho menos categórico fue el concejal Ricardo Rencoret (UDI) quien llegó a calificar de “rascas” las críticas vertidas.

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